Vídeo que muestra a soldados sirios poniéndose del lado de la población de Deraa el martes (según Ammar Abdulhamid). Población que desde el lunes supuestamente debían estar reprimiendo. Estas imágenes explican que el miércoles se tuviera que enviar a la 4ª División (Guardia Republicana), mandada por Maher al-Assad, el hermano del actual dictador de Siria, Bashar al-Assad, para hacer el trabajo que los soldados de la 5ª División (en el vídeo) no estaban haciendo.
Vídeo de residentes de Deraa celebrando con algunos soldados sirios, el apoyo de estos a la población civil.
Vídeo del lunes donde puede verse y escucharse la represión militar en Deraa.
En esta noticia de Al Jazeera, se pueden ver imágenes en vídeo de lo que parecen soldados sirios heridos de bala tras intercambiar fuego con otros militares sirios. Al parecer algunos batallones de la 5ª División han estado combatiendo a elementos de la muy leal al régimen 4ª División, perteneciente a la Guardia Republicana y dirigida con el hermano del dictador Bashar al-Assad, Maher al-Assad. Según varios testigos han relatado a AFP, el combate ha durado varias horas. Arab News también se hace eco de los relatos de los testigos, pero habla de relatos no verificados, cuando la gente que lo vive tiene mucha más credibilidad que lo que pueda decir cualquier periodista. En la BBC no se dice ni pío de lo que está ocurriendo. No digamos El País o el ABC.
El senador John McCain advierte contra intervenir en Siria, cuando él ha presionado mucho para aumentar el relativamente escaso apoyo que el gobierno de Estados Unidos presta a la causa libia.
Interesante debate del programa Inside Story de Al Jazeera, sobre las Fuerzas Armadas de Siria en la actual crisis. Cabe reseñar la división entre las fuerzas regulares, de composición mayoritariamente suní y que se nutre de todos los sectores sociales, y la Guardia Republicana y otras fuerzas, como el Muhabarak, en los que la secta aluita, de la que forman parte los Assad, y el partido Baas ejercen bastante influencia.
Probablemente por eso (como muy bien informa aquí Arab News), se tuvo que enviar hoy miércoles a la 4ª División siria, de la que forma parte la Guardia Republicana (División dirigida por Maher al-Assad, el hermano del actual dictador) y otras fuerzas leales, a la ciudad de Deraa. El lunes se había enviado a la 5ª División, del ejército regular, y quizás no estaba actuando con la resolución suficiente, ya que más de 2 días para reprimir a una población desarmada parece demasiado tiempo. Basar Assad optó por enviar fuerzas de mayor confianza y con ganas de emplear la violencia para aplastar las revueltas. De ahí los informes no confirmados de que elementos de la 4ª División quizás se hubiesen puesto de parte de la población local contra la 5ª División. En esta otra noticia se informa que el miércoles unos 200 miembros del partido Baas han dimitido.
El papel del Ejército es la clave de la situación actual. Assad probablemente luchará antes que abandonar el poder, no obstante está por verse aún si el devenir de los acontecimientos en Siria será del tipo Egipto (transición ordenada a la Democracia tutelada por las FAS), Bahrein (represión exitosa del régimen contra las revueltas) o Libia (FAS divididas y guerra civil).
En esta columna de opinión de Al Jazeera, escrita por Ammar Abdulhamir, se hace eco de los rumores de que hombres de la 5 División que entraron Deraa hace dos días, habrían impedido que elementos de la 4 División alcanzaran una mezquita de Al-Omary en el centro de dicha ciudad. Habla de diferentes fuentes y testigos presenciales corroborando dicha información.
Los rumores de división entre la élite siria respecto al uso de la violencia para reprimir las protestas se escuchan desde hace un tiempo ya, pero esta sería la primera vez que militares sirios no cumplieran órdenes y bloquearan la acción a otros militares. También cabe destacar que la clase educada siria, mayoritariamente próxima al gobernante partido Baas, está a favor de reformas en el Estado, no así a un cambio de régimen radical. Por dicha razón, en las primeras fases de las revueltas en Siria, pudieron verse grandes manifestaciones a favor del régimen de Basad. No obstante, la dura represión quizás esté siendo contraproducente a esta dictadura, y quizás, además de no lograr eliminar de todo a los opositores, lo que esté logrando en realidad no sea sino dividir su propia base y alienarse el apoyo de esta.
Aunque los ánimos de los sirios no parecen de la belicosidad del de los libios, la guerra civil en Libia empezó de similar manera. Con la represión mediante armas pesadas de las manifestaciones y ciudades rebeldes, la posterior defección de parte de las fuerzas armadas a los que apoyan las protestas, y el consiguiente enfrentamiento armado entre los dos grupos.
Estoy cansado ya de leer y escuchar continuamente en los medios de comunicación internacionales, incluso a muchos expertos, describir la actual situación en Libia como de punto muerto. Ya estoy harto de escuchar en un sin fin de debates la palabra stalemate sin cesar. Me harta sobre todo, porque ese discurso cala en buena medida en los decisores de las potencias a la hora de presionar en una u otra dirección las políticas respecto a la guerra civil libia.
"Punto muerto" da a entender que el conflicto se ha enquistado y que no tiene solución militar posible, por lo que habría que abrir las negociaciones diplomáticas que propone Gadafi y sus aliados (Unión Africana, etc). Los de gadafi son conscientes que ahora están en el cenit de su poder desde la intervención aliada para salvar Bengazi. Por lo que aceptar esas negociaciones, como decía en una entrada anterior, es caer en la trampa. Afortunadamente ni el gobierno opositor, ni Francia, Reino Unido o Qatar han mordido tan burdo anzuelo
No hay un punto muerto, la guerra no ha acabado en tablas, la situación militar es de guerra de desgaste. Como bien dice el artículo de la wikipedia en español "Las guerras de desgaste ocurren como una especie de punto muerto; en vez de quedarse estancada, prosigue en el mismo lugar, con los mismos soldados, mismos tanques y otros armamentos, hasta que soldados y armas de un general caen y pierden contra el adversario. El perdedor generalmente se extingue o huye con los pocos soldados que quedan (ocurre más lo primero)."
Esta guerra de desgaste actualmente tiene su frente principal en la guerra económica. Este hecho está refrendado por lo que dice el propio ministro de finanzas de Gadafi, "en cuestión de meses nos podemos quedar sin recursos económicos". Debido a los efectos del bloqueo, como son la escasez de alimentos y combustibles (con su inflación), la no exportación de petróleo, la congelación de bienes y cuentas en el extranjero, etc, el gobierno de Trípoli ha tenido que doblar los tipos de interés que prestan los depósitos bancarios. Con esta medida se pretende que la gente mantenga sus depósitos, y con ello se mantenga la liquidez del sistema bancario sin recurrir a corralitos (que erosionaría la posición de Gadafi). Además de las descritas, también se están adoptando otras medidas de austeridad.
Aunque el colapso de económico de Gadafi parezca cercano, el colapso económico de la parte rebelde era mucho más inminente. Tal es así que el propio gobierno rebelde hablaba de sólo le quedaban semanas para caer en bancarrota. Por tal motivo, la principal decisión tomada respecto a esta guerra en la reunión de Doha, no ha sido en el plano de la guerra militar (que está siendo el colmo del desastre y la desorganización, tanto por la OTAN como por el panchovillismo de poca monta de los rebeldes), sino de apoyo económico y financiero al bando rebelde. Se ha adoptado la creación de un fondo de ayuda a estos, algo que se venía ultimando desde hace algún tiempo. Al fin y al cabo, como decía Franco Frattini, "la gente necesita comida, y los trabajadores dinero".
En el plano militar en Alemania se ha llegado a plantear el envío de una fuerza militar terrestre, en misión humanitaria, cambiando su primera reluctancia a este conflicto.
Respecto al misterioso cese del apoyo aéreo a los rebeldes que pudo verse desde la contraofensiva de Sirte de las fuerzas de Gadafi, la explicación ha terminado siendo muy prosaica. Se debió a la retirada de la gran mayoría de la fuerza militar americana de esta guerra, que como decíamos en otra entrada, era el núcleo de la campaña aliada. Con la retirada de dicho núcleo, no solo se redujo de manera considerable el poder de fuego de los aliados, sino que lo que son los aspectos de liderazgo, mando y control, e inteligencia, el cuartel de la OTAN ha demostrado que no da para mucho. Y si para colmo esto ya era un mazazo importante, las cortapisas políticas que varios miembros de la alianza están interponiendo, hace que se socabe el empleo efectivo de la escasa fuerza disponible.
El tema empezó a dilucidarse al poco de que la OTAN tomara el mando de las operaciones. Entonces desde el propio gobierno británico, se denunció la escasa capacidad de ataque al suelo de la fuerza de la OTAN, y se decidió modificar 6 aviones Typhoon (para darles capacidad de ataque terrestre) y el envío de cuatro aviones de ataque Tornados más. El hecho de que la OTAN tenía mucho menos poder es algo que ya dejó en evidencia The Guardian en esta noticia del 5 de abril.
Todos estos problemas causaron las agrias críticas de Francia y Reino Unido a la OTAN, dejando al descubierto las profundas divisiones que en el bando occidental existen, y que a duras penas consigue mantenerse unido frente a Gadafi. Estas criticas a la OTAN, en verdad no son sino una manera indirecta de pedir al resto de aliados más aviones de ataque y que interfieran menos en la conducción de la guerra. Tal es la necesidad, que ha obligado al propio secretario general de la alianza a pedir ya abiertamente más aviones de ataque al suelo.
Si bien los objetivos bélicos (en sus vertientes militares, políticos y económicos) de esta guerra y los medios que hay que poner a disposición no están claros, lo cual impide que se diseñe un plan de guerra (primer paso para la conducción de toda guerra), el objetivo general si está clarísimo: la salida de Gadafi del poder. Este es el único punto de unión entre los aliados de la coalición, y es lo que permite ir improvisando a esta inusitada coalición de miembros de la OTAN y países árabes las medidas a seguir. Por lo tanto, este es el centro de gravedad que ataca Gadafi cuando plantea una guerra larga y costosa. Es más, lo que plantea Gadafi es una guerra en tablas e invencible, un punto muerto, que haga que ese objetivo deje de ser atractivo a un número de aliados suficiente para que la coalición se desmorone, lo que dejaría inerme a los rebeldes, para que acto seguido las fuerzas lealistas vayan luego a cobrarse la pieza.
Por lo tanto, el fin de la guerra no permanece elusivo, como dice esta noticia. No hay punto muerto auténtico. Hay que seguir manteniendo la presión para que Gadafi se desmorone. Así, y sólo así, terminará ganándose esta guerra. Los altos el fuego y las propuestas del hijo de Gadafi para una transición a un gobierno más democrático, no son sino una muestra de debilidad y de reconocimiento de que su tiempo se acaba.
Hay que admitir que las fuerzas rebeldes y de la OTAN actualmente son incapaces de ganar una guerra de movimientos y de aniquilación de la fuerza enemiga al estilo convencional. La respuesta entonces, y de forma necesaria, es la guerra de desgaste.
La serie Shootout!, que analiza combates de infantería reales, tiene siete capítulos sobre la guerra de Irak. Los capítulos transcurren desde la invasión de 2003, como en los capítulos de Bagdad y Nasiriya, hasta la batalla de Al Qaim, provincia de Anbar, durante el año 2005. Representa una aproximación directa a las guerras "futuras", en la que puede verse que en verdad no hay nada nuevo.
La única arma de infantería realmente novedosa y potencialmente revolucionaria que ha aparecido desde el año 1.944, ha sido la XM-25 y similares. Veremos el impacto que tiene este arma a nivel de escuadra, pelotón y sección, que son los auténticos átomos de la guerra. Pero desde el primer combate real de este arma el 3 de diciembre de 2010 en Afganistán, parece que ha logrado cambiar las reglas del juego, haciendo que el uso del terreno que tradicionalmente se hacía ya no sea posible.
Battle For Baghdad. La toma de Bagdad por la Primera División de Marines y la 3ª Div de Infantería.
Nasiriyah, Iraq´s Ambush Alley. Conquista de los puentes claves de Nasiriya para la invasión de 2003. Que por cierto, como sabrán algunos, se recrea en el segundo episodio de Generation Kill.
D-Day Fallujah.
Battle Cry Ramadi.
Iraq´s Most Wanted. Batalla de Nayaf de 2004 y la caza de los hijos de Sadam.
Lo que hemos visto estos últimos días en la guerra de Libia, es desde luego una lección de Manual de Operaciones y Manual de Tácticas, en la conducción de la guerra por parte del lado de Gadafi. También hemos visto el típico devenir y esquema de la guerra del desierto, que pudo verse entre los años 1940 y 1943, desde las postrimerías de la batalla de Bedda Fomm, al desmoronamiento de la Linea Mareth por Patton y Montgomery. Un patrón que consiste en movimientos rápidos, profundos e inesperados, explotación de la sorpresa, estiramientos y contracción de las líneas de comunicación, etc. Pero sobre todo, lo que hemos podido ver estos días en la retirada de los rebeldes desde Sirte a Brega, es un clásico contraataque y movimiento de flanqueo por parte de las fuerzas gadafistas. Maniobras que se describen de forma muy didáctica en los dos documentales que encabezan esta entrada, de la magnífica serie documental Battleplan, una serie imprescindible.
Haciendo de la necesidad virtud, las fuerzas de Gadafi se retiraron perseguidos por la aviación aliada y las tropas rebeldes en dirección a Sirte. Tomaron posiciones, contrarrestaron el intento rebelde de tomar Sirte de farol y contraatacaron con una típica maniobra de flanco que muy cerca estuvo de embolsar a las fuerzas rebeldes. Lo cual habría destruido buena parte de su fuerza y habría abierto el camino directamente a Bengazi al no contar los rebeldes con una fuerza que oponer suficiente. Además de las relativamente hábiles maniobras del bando gadafistas, todo el apoyo aéreo que los rebeldes recibían de la aviación aliada se ha esfumado. Las razones no son públicas, pero tengo para mi que la suerte de patrullas de reconocimiento en profundidad que suministraban información a la aviación de ataque, o fueron superadas por el ritmo de la guerra o has sido suprimidas de alguna manera. Otra opción que se ha barajado es que es una medida de presión política de los aliados hacia los rebeldes.
Acompañando al descalabro y la quiebra moral de la fuerza rebelde por las maniobras de manual que han hecho las fuerzas gadafistas, y que apunto estuvieron de destruirla por completo, Gadafi ha lanzado propuestas de paz y reconciliación. Con ello pretende dividir a los aliados entre los más y los menos propicios a apoyar la guerra, para que así la lucha intestina anule la efectividad de la superioridad material aliada mientras se busca el consenso entre los mismos aliados. Esta otra maniobra, esta vez política y diplomática, es también de manual y bien recuerda la táctica del salami que brillantemente describiera el general Beaufre en su magistral Introducción a la Estrategia (aquí puede verse el Capítulo 1 del libro).
Gadafi, o quien dirija su guerra, está consiguiendo bastante, sobre todo si tenemos en cuenta la debilidad e inestabilidad de su posición (fuerzas escasas y contínuas defecciones internas, división dentro de su propia tribu, etc). Y aunque no hemos visto a ningún Patton ni a ningún Rommel por ahora en esta guerra, la iniquidad en el liderazgo aliado hace parecer a Gadafi un Napoleón.
Ya antes de la intervención de la aviación aliada, pudimos ver que tras varios ataques infructuosos a las ciudades rebeldes mediante intentos de ataques frontales, el bando de Gadafi aprendió la lección más rápido que Patton en su intento de atacar Metz frontalmente (su mayor fracaso y su única casi derrota). Patton tardó meses en descubrir que el primer principio de toda guerra urbana y de asedio, es la de garantizar el corte de la líneas de comunicación con el exterior de la ciudad, y hacer así la ciudad no una fortaleza sino una trampa. Algo que como decíamos llevó meses entender a Patton, pero que los alemanes nunca entendieron en Stalingrado, o algo que a los rusos también les costó meses y mucha sangre en Grozni. Una vez aprendida la lección con rapidez, Gadafi empezó a cercar las ciudades, controlar la carreteras y atacar el suministro de agua, forzando así la retirada de las fuerzas rebeldes para no caer en la trampa de una ciudad. Siguiendo este esquema atacó ciudad tras ciudad hasta que llegó a las puertas de Bengazi, que podría haber tomado con cierta facilidad. Algo que sólo se evitó con la intervención aérea aliada.
El éxito y fracaso en la guerra urbana está correctamente relatado en este documental sobre la batalla de Metz que libró Patton en 1944.
Con estos movimientos, Gadafi está consiguiendo anular durante estos días las fortalezas aliadas. Ejecutando maniobras militares basadas en la sorpresa y la rapidez; la fuerza no desdeñable que aún conserva (recordar que el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos cifra la atricción en las fuerza de Gadafi es de un 20 o 25%); haciendo un uso clarividente del arte de la política y la diplomacia, craendo así una atmósfera de guerra larga que desaliente la voluntad de lucha, y aprovechar de ese modo las divisiones entre aliados; y por último explotando las debilidades de los rebeldes, tal y como vimos con el contraataque de hace unos días lanzado desde Sirte, y que apunto estuvo de hacerle ganar la guerra mediante una cuasi batalla decisiva.
Con todo lo anterior, Gadafi ha conseguido el parón de los ataques de los aviones aliados, que varios países del bando aliado se alcen contra la prosecución de la campaña militar, y dar alas a las "palomas" de dentro de la cúpula americana opuestas a la guerra. Estos últimos, junto a los aliados contrarios a las acciones miliares, presionan para que no fortalecezca y arme a los rebeldes, se termine la campaña de la "zona de exclusión aérea" e interdicción que se estaba realizando, y comenzar cuanto antes una salida política. Algo que con la actual distribución de fuerzas significaría una victoria para Gadafi.
Pero esto es lo último que debiera hacerse ahora mismo, ya que ello sería caer en la trampa. Gadafi no deja de ser un tigre de papel ante la fuerza que podemos enfrentarle. Se debe mantener la campaña aérea más o menos en los límites actuales, para ir debilitando a Gadafi con el tiempo y demostrar nuestra voluntad de lucha y el absurdo de su resistencia, y preparar entre los siguientes 6 u 8 meses una fuerza militar libia (con limitado apoyo de compañias militares privadas y así no implicar agencias gubernamentales) que sea capaz de derrotar militarmente a las fuerzas de Gadafi, además de por lo menos sitiar Sirte y Trípoli. Para acto seguido firmar algún tipo de acuerdo de Dayton entre ambos bandos.