El futuro incierto del arsenal nuclear ruso.
Rusia no podrá, probablemente, mantener el ritmo que le gustaría en la modernización y reemplazo de su fuerza estratégica.
Tiene un problema industrial en cuanto a las cantidades de misiles balísticos intercontinantales terrestres que podrá fabricar y poner en servicio, así como en misiles de lanzamiento en frío submarinos, también intercontinentales y balísticos.
No obstante, en EEUU alucinan (como se insinúa en este artículo del The National Interest) si esperan que eso signifique que las cantidades de cabezas nucleares en servicio van a caer por debajo de las 1500.
Rusia tiene relativamente fácil convertir sus Topol-M en vectores MIRV y poner sobre raíles varios de sus ICBM también con MIRV. Para ello Rusia tendría que salirse de los límites del tratado START, cosa que me temo hará dada la situación militar en su extranjero cercano, los desarrollos doctrinales y materiales en disuasión convencional y ataque global inmediato en EEUU, y el despliegue de defensas antimisiles en Europa.
La fuerza nuclear estratégica rusa estará lejos de los gloriosos días de la Unión Soviética y el Ejército Rojo, pero no es, ni será por un tiempo, una fuerza hueca. Especialmente con la política militar de Obama, porque si se hubiera seguido como hasta 2008, EEUU ya estaría cerca de la superioridad nuclear y estratégica absoluta respecto a Rusia. Pero mientras el marica de los drones y similares gobiernen en Washington, Rusia seguirá teniendo fácil compensar su inferioridad nuclear relativa.
El arsenal nuclear ruso y la defensa antimisil de EEUU.
En un mundo dónde 1) el tamaño de los arsenales nucleares es mucho más pequeño que durante la guerra fría y 2) el uso probable del arsenal ruso será el de "desescalar" guerras, el interés estratégico de EEUU es limitar la eficacia disuasiva de ese limitado arsenal que tendrá un uso también "limitado".
Como se indica en este artículo del Lexington Institute, la mejor forma que tiene EEUU de hacer tal cosa, no es tanto mejorando su fuerza de segundo ataque o incrementando la eficacia de su arsenal de primer ataque, sino la de desplegar una buena defensa antimisiles que disuada el "primer uso" que pueda hacer Putin de sus armas nucleares (o de ascender por los primeros peldaños de la escalera nuclear).
La fórmula es sencilla: defensa antimisiles para dominar la escalada nuclear. De ese modo, toda la doctrina estratégica rusa se desmoronará sobre sí misma sin dispararle un tiro.
Pero hoy todo se hace al revés y EEUU (y la OTAN/UE) se lanza a la conquista del Este europeo sin estar preparado militarmente ni en el aspecto convencional ni en el estratégico. En ese caso, la disuasión fracasará y Rusia invadirá (ya lo ha hecho en Ucrania y Georgia) y si los errores de cálculo estratégico de los occidentales continúan, llegaremos al momento del correctivo nuclear contra inconscientes de los burócratas de Bruselas (Washington son palabras mayores) y sus secuaces.
Armas nucleares y la Tercera Estrategia de Compensación (Offset)
En este interesante papel del CNAS, alerta de la dejación que se está haciendo en plano doctrinal en la nueva estrategia americana de "compensación" respecto a las armas nucleares.
Académicamente, además de en la doctrina y papeles oficiales, es clamoroso que no se está produciendo la suficiente cantidad de estudios sobre disuasión y control de la escalada en el nuevo entorno estratégico. Desde el final de la guerra fría, este es un aspecto de los estudios estratégicos y de seguridad que no recibe la atención suficiente, máxime cuando en la actualidad el equilibrio de poder entre las grandes potencias se ha calentado tanto.
Particularmente interesante en este papel, es la explicación de cómo podría emplear Rusia su capacidad nuclear para imponer zonas de exclusión y antiacceso sobre el Este y Centro de Europa, con sistemas antiaéreos de gran alcance y armas de ataque stand-off situadas en Rusia. El arsenal nuclear ruso dejaría su territorio como santuario desde el que atacar, con las armas antedichas, el aérea de operaciones que considere necesario.
martes, 14 de abril de 2015
lunes, 13 de abril de 2015
El posible despliegue acorazado de EEUU en el Este solivianta a Rusia.
(Comentario del 18 de marzo)
El Ejército de Tierra de EEUU podría redesplegarse del Centro al Este de Europa. La decisión se tomará durante las próximas semanas.
Esta es una decisión de gran trascendencia estratégica, ya que pondría a las fuerzas de EEUU frente a frente con las de Rusia. Además sería una violación del tratado de los años 90 que ha constreñido mucho la presencia permanente de contingentes aliados en países del antiguo Pacto de Varsovia y la URSS. Un paso más en la voladura no controlada de los pactos de control y limitación de armamentos que permitieron poner fin a la guerra fría y erigir una Europa sin amenazas militares.
Hace unos días le tocaba al tratado CFE-FACE (cuando Rusia se retiró del grupo de coordinación de ese tratado), el año pasado la víctima fue el INF, ahora al tratado que permitió una expansión ordenada de la OTAN en 1996 sin que supusiera una amenaza directa a Rusia. Para colmo, hace dos días Rusia daba por congeladas las negociaciones para un nuevo tratado START, que dado el poco plazo en términos diplomáticos que queda por delante, se va adivinando que incluso el START está muriendo y que nadie hará nada por salvarlo.
Esta noticia de hoy sobre un posible despliegue avanzado de EEUU en el Este y la noticia de la semana pasada de que el material acorazado desplegado en los países bálticos en maniobras quedará allí preposicionado (sin haberlo negociado con Rusia), por más que sea una medida comprensible, sólo contribuirá a imposibilitar acuerdos estratégicamente estables en Europa.
Three basing options are under consideration, according to Hodges.
1) One would be to keep them in Germany, where the U.S. military has a long-standing presence. Hodges doesn’t see much value in storing them there. “That’s a huge investment with really not much strategic effect. Nobody [in Eastern Europe] would even know they were there,” he said.
2) A second option, which Hodges favors, would be to forward base them in Eastern Europe. Hodges believes there would be a much greater strategic payoff if they’re stationed on the territory of allies bordering Russia. “Every single country … from Estonia down to Bulgaria wants it; in fact they all offered to host the entire thing,” Hodges said.
3) A third option would be a “hybrid” course, keeping a lot of the gear in Germany and the rest in Eastern Europe. Hodges expects Air Force Gen. Philip Breedlove, the commander of U.S. European Command, to make a decision “in the next few weeks.”
If a decision is made to put them in Eastern Europe, Coleman Barracks in Mannheim, Germany, will be used as an “interim site” to store the equipment while infrastructure improvements are made in host countries.
Hodges said the additional heavy equipment will remain in Europe indefinitely, describing the activities surrounding Operation Atlantic Resolve as “the new normal.”
(Comenterio del 20 de marzo)
Moscú denuncia los posibles planes del Pentágono de desplegar fuerzas mecanizadas en el Este de Europa.
Como indicaba el otro día, tal medida haría saltar por los aires los pactos que permitieron la ampliación de la OTAN sin que ello significara una amenaza militar convencional directa contra Rusia. Esos pactos limitaban muchísimo la presencia de contingentes permanentes de los aliados en el Este.
Probablemente esta sea una medida reactiva de EEUU por la retirada la semana pasada de Rusia del grupo de consulta del tratado CFE-FACE. Con esa medida, Rusia se desataba las manos para acumular toda la fuerza que quisiera en sus fronteras occidentales para invadir (o amenazar con hacerlo) lo que considerara necesario para defender sus intereses. En consecuencia, EEUU tendría que reservarse el derecho a hacer lo propio.
Más leña al fuego en el desmoronamiento de la Seguridad Compartida en Europa y en rumbo de colisión entre EEUU y Rusia.
"If a policy undermining the key provisions of the Founding Act is a normal state of affairs, that means that Washington openly neglects the interests of European security and deliberately moves towards destabilization of the military-political situation," the commentary said.
"we would like to recall the obligations the alliance assumed under the Russia-NATO Founding Act on the non-deployment of considerable combat forces on the permanent basis in the territory of newly-admitted members, in other words, the East European countries which Hodges was referring to."
El Ejército de Tierra de EEUU podría redesplegarse del Centro al Este de Europa. La decisión se tomará durante las próximas semanas.
Esta es una decisión de gran trascendencia estratégica, ya que pondría a las fuerzas de EEUU frente a frente con las de Rusia. Además sería una violación del tratado de los años 90 que ha constreñido mucho la presencia permanente de contingentes aliados en países del antiguo Pacto de Varsovia y la URSS. Un paso más en la voladura no controlada de los pactos de control y limitación de armamentos que permitieron poner fin a la guerra fría y erigir una Europa sin amenazas militares.
Hace unos días le tocaba al tratado CFE-FACE (cuando Rusia se retiró del grupo de coordinación de ese tratado), el año pasado la víctima fue el INF, ahora al tratado que permitió una expansión ordenada de la OTAN en 1996 sin que supusiera una amenaza directa a Rusia. Para colmo, hace dos días Rusia daba por congeladas las negociaciones para un nuevo tratado START, que dado el poco plazo en términos diplomáticos que queda por delante, se va adivinando que incluso el START está muriendo y que nadie hará nada por salvarlo.
Esta noticia de hoy sobre un posible despliegue avanzado de EEUU en el Este y la noticia de la semana pasada de que el material acorazado desplegado en los países bálticos en maniobras quedará allí preposicionado (sin haberlo negociado con Rusia), por más que sea una medida comprensible, sólo contribuirá a imposibilitar acuerdos estratégicamente estables en Europa.
Three basing options are under consideration, according to Hodges.
1) One would be to keep them in Germany, where the U.S. military has a long-standing presence. Hodges doesn’t see much value in storing them there. “That’s a huge investment with really not much strategic effect. Nobody [in Eastern Europe] would even know they were there,” he said.
2) A second option, which Hodges favors, would be to forward base them in Eastern Europe. Hodges believes there would be a much greater strategic payoff if they’re stationed on the territory of allies bordering Russia. “Every single country … from Estonia down to Bulgaria wants it; in fact they all offered to host the entire thing,” Hodges said.
3) A third option would be a “hybrid” course, keeping a lot of the gear in Germany and the rest in Eastern Europe. Hodges expects Air Force Gen. Philip Breedlove, the commander of U.S. European Command, to make a decision “in the next few weeks.”
If a decision is made to put them in Eastern Europe, Coleman Barracks in Mannheim, Germany, will be used as an “interim site” to store the equipment while infrastructure improvements are made in host countries.
Hodges said the additional heavy equipment will remain in Europe indefinitely, describing the activities surrounding Operation Atlantic Resolve as “the new normal.”
(Comenterio del 20 de marzo)
Moscú denuncia los posibles planes del Pentágono de desplegar fuerzas mecanizadas en el Este de Europa.
Como indicaba el otro día, tal medida haría saltar por los aires los pactos que permitieron la ampliación de la OTAN sin que ello significara una amenaza militar convencional directa contra Rusia. Esos pactos limitaban muchísimo la presencia de contingentes permanentes de los aliados en el Este.
Probablemente esta sea una medida reactiva de EEUU por la retirada la semana pasada de Rusia del grupo de consulta del tratado CFE-FACE. Con esa medida, Rusia se desataba las manos para acumular toda la fuerza que quisiera en sus fronteras occidentales para invadir (o amenazar con hacerlo) lo que considerara necesario para defender sus intereses. En consecuencia, EEUU tendría que reservarse el derecho a hacer lo propio.
Más leña al fuego en el desmoronamiento de la Seguridad Compartida en Europa y en rumbo de colisión entre EEUU y Rusia.
"If a policy undermining the key provisions of the Founding Act is a normal state of affairs, that means that Washington openly neglects the interests of European security and deliberately moves towards destabilization of the military-political situation," the commentary said.
"we would like to recall the obligations the alliance assumed under the Russia-NATO Founding Act on the non-deployment of considerable combat forces on the permanent basis in the territory of newly-admitted members, in other words, the East European countries which Hodges was referring to."
Aniversario del comienzo de la guerra civil de Líbano.
Hace 40 años, tal día como hoy, empezó la guerra civil en Líbano. Un tipo de escenario que desde 2011 se ha hecho muy común y sigue extendiéndose.
El primer vídeo, un reportaje de Thames de 1976 que conmemora el primer año de guerra. Los cuatro siguientes vídeos, son los cuatro primeros documentales (de una serie de 10) sobre la guerra de Líbano que hiciera Al Jazeera en árabe (subtitulados en inglés), sobre los que hace unos años escribí unos comentarios resumen (a veces telegráficos). En estos primeros cuatro episodios, se exponen desde los orígenes del conflicto hasta el primer año y pico de guerra. Por último, añado un sexto documental sobre la historia de la OLP, con un comentario sobre ese episodio en concreto (no hay que olvidar que la cuestión palestina fue muy importante en la historia de Líbano y el estallido de la guerra).
Con la independencia del Gran Líbano debía ir aparejado para garantizar su paz interna, la instauración y respeto de lo que sería llamado Pacto Nacional (Bechara El Khoury, Riad El-Solh, etc). Básicamente este era un pacto por la neutralidad en la política internacional que tenía que ver tradicionalmente con los asuntos libaneses: se renunciaría tanto a la unión del país a Siria o a un gran Estado árabe, como a la protección de los cristianos por parte de potencias occidentales. Con el Pacto Nacional el equilibrio interno (reparto de poderes entre religiones) se garantizaba por la no intromisión de países externos que pudiera alterar dicho equilibrio. Pero si el pacto era correcto para los asuntos tradicionales, no se ajustó bien al mundo de la posguerra, con la guerra fría creciente y la amenaza panarabismo y el nacionalismo árabes arrasando el orden proocidental que garantizaban las monarquías angloárabes.
El alineamiento con el Pacto de Bagdad (CENTO) que hiciera el presidente Chamoun chocaba con la posición musulmana (aunque en parte también cristiana) pronasserista y antioccidental. La tensión creciente entre Siria y Turquía (miembro de la CENTO) y la creación de la República Arabe Unida tuvo su resonancia en una crisis creciente dentro de Líbano entre las dos facciones.
Durante 1958, tras el asesinato de Nasib El Matni, en Líbano se estuvo al borde de la guerra entre las dos facciones. La República Arabe Unida armaba de forma no masiva a la oposición, que cuando intentaba asaltar edificios e infraestructura públicas se encontraba con la oposición del ejército. Pero a la vez el ejército no intervenía para disolver a los revolucionarios de la oposición. La posición de neutralidad del general Chehab y su gran visión del interés y asuntos de Estado salvó al país de la guerra (algo de lo que se careció en 1975), ya que si por algo se caracterizan los políticos árabes es por llegar a todo, incluso a la destrucción de su país, con tal de defender y lograr sus intereses.
Pero el golpe de Estado que derribó al rey angloarabe Faisal II por Qasim (Oficiales Libres, en un primer momento considerados panarabistas) el 14 de julio de 1958 , provocó un gran impacto en los equilibrios de poderes, y forzó a que el Reino Unido mandara tropas a Jordania para asegurar la permanencia de su gobierno y rey afín (aunque Glubb Pachá, el británico al mando de la Legión Arabe tuvo que dimitir y marcharse del país), y los americanos, con la petición del presidente libanés, hizo lo propio mandando a los Marines a Líbano para impedir un hipotético triunfo revolucionario. La presencia americana calmó mucho los ánimos, y permitió alcanzar una solución sin ganadores ni vencidos, y que Chamoun fuera sustituido varios meses más tarde por Chehab. Pero a pesar de que se dijo en un primer momento no habría vencedores ni vencidos, lo cierto es que tanto Falange como el Partido Nacional, hicieron una gran represión interna. Tras dos años de indecisión, Chehab al final se asienta en el poder y comienza un modelo propio de gran desarrollo económico y social, y aceptación general por la población, el chehabismo.
Con la guerra de 1967, los palestinos se radicalizan, y la cultura del fedayin se extiende por todos los campamentos de refugiados, tanto en Jordania como en Líbano. Los ataques guerrilleros y terroristas desde esos países aumentan considerablemente, y uno de los ataques de represalias israelíes consistió en el famoso raid al aeropuerto de Beirut en el que destruyeron varios aviones comerciales libaneses.
El presidente Chamoun no podía mantener la autoridad sobre los campamentos palestinos que se ejercía durante los primeros años, y para colmo, también tenía que hacer frente a una oposición de izquierdas y musulmana crecientes. La línea de fractura confesional y de clases se superponía en Líbano, y la mayoría de la clase acomodada y educada era cristiana, y los musulmanes eran mayormente de origen humilde, aunque ya estaban logrando tener acceso a mayores niveles de educación. Pero como la organización política libanesa se asentaba en el reparto por religiones de los poderes del Estado, y en las elecciones parlamentarias los cristianos tenían por ley algunos pocos diputados más que los musulmanes (además de por un sistema representativo, la Zuama, que eludía la representación por partidos y facilitaba cierto tongo electoral mediante el gerrymandering) lo que dividía en dos facciones difícilmente reconciliables. Estas dos facciones eran lade los Maronitas y cristianos (griegos, etc)-derecha-proocidental-antipalistino, contra los musulmanes(suníes, druzos, chíies)-izquierda-proárabes-propalestinos. A ello hay que añadir las luchas de poder internacionales, principalmente la de la Siria que siguió al golpe de Estado de 1963, que comenzó a estar mucho menos dividida y a comenzar a influir más en la escena internacional para lograr su tradicional objetivo de anexionarse Líbano, lo cual chocaba con los intereses de Jordania, Irak, Egipto, Israel, etc.
En todo esto, la escalad de violencia entre Israel y las milicias palestinas llegó a tal cota, que el ejército libanés no tuvo más remedio que comenzar a actuar militar mente contra la pléyade de grupúsculos de la OLP, y también contra unas IDF que comenzaban a hacer incursiones en territorio libanés. La guerra llegó a tal nivel, que se tuvo que hacer una conferencia en El Cairo, en 1969, para establecer un acuerdo de paz entre el ejército libanés y la OLP. El acuerdo fue el reconocimiento de la victoria palestina, y se le reconoció territorios en el sur del país, el gobierno de los campamentos, etc. Entre el poder ganado por los Acuerdos de El Cairo, y la llegada masiva de guerrilleros palestinos y sus armas huyendo de la represión del Estado jordano en septiembre de 1970, conformó a Líbano como única plataforma territorial desde la que la OLP podía lanzar ataques contra el suelo de Israel y además se unió la gran acumulación de material de guerra.
Pero los choques entre la OLP y las IDF, de las IDF con el ejército libanés, así como los choques entra la OLP y el ejército libanés continuaron. Y no siendo poco con todo esto, durante la presidencia de Fariyía (candidato ajeno al chehabismo y que fue promocionado por el izquierdista Jumblat), se disolvieron los Servicios Secretos libaneses. Probablemente fue la puntilla que llevó de forma casi inevitable a la guerra civil. La paz interna había sido hasta cierto punto garantizada por la represión de la inteligencia militar contra izquierdistas y palestinos. Y llevó a que las fuerzas armadas libanesas fuesen aún menos efectivas, a la vez que las milicias palestinas iban ganando poder, lo que forzaba a los critianos de falange no tuvieran más remedio que comenzar a armarse. El Acuerdo de El Cairo no se respetó, y en una violencia creciente tuvieron que hacerse en 1973 los Acuerdos del Hotel Melkart (tras el escándalo del raid de Barak en Beirut), de contenido similar a los anteriores, pero que tampoco se respetaron. Pero ya desde lo del raid todo el mundo se dio cuenta que la situación en Líbano era ya insostenible y que tarde o temprano, casi necesariamente se llegaría a la guerra por un desencadenante u otro.
Es muy difícil resumir lo ocurrido en Líbano entre 1967 y 1973, pero podría decirse que el factor desestabilizante que llevó a la guerra fue la presencia de milicias palestinas, que eran de orientación izquierdista, promusulmanas, proarabistas, que chocaban existencialmente con el entramado político y social libanés, dominado por cristianos, conservadores de derecha y proocidentales. La división interna sectaria y de clases, se acentuaba a la hora de alinearse en los conflictos externos, y a la vez, los conflictos externos alimentaban militarmente el conflicto interno esencial, que siempre ha arrastrado Líbano desde su invención entorno a 1920. El cambio demográfico terminó de dar la puntilla a la deslegitimación del sistema por parte de la izquierda y los musulmanes, y también (junto al poder militar palestino) hacía casi innegociable por la derecha y los cristianos, cualquier tipo de acuerdo sin que ello no despertara los temores de la revolución, y a caer bajo la dictadura de algún gobierno militar arabista y progresista.
La percepción de que las milicias musulmanas y palestinas estaban ganando un poder creciente y abrumador, llevó a los maronitas de falange a que comenzasen a armarse y formar sus propias fuerzas, importando armas de Europa del este.
El problema de Líbano durante la preguerra y los primeros meses de la misma se puede resumir fácilmente con el dilema "reformas vs seguridad". Los izquierdistas pedían reformas políticas para evitar la guerra, y los cristianos pedían el desarme de las milicias para poder fiarse de que el nuevo orden político no significase su aniquilación y subyugación.
En Líbano se solapaban varias líneas de fractura política con varios conflictos a la vez: la confesional con la línea de fractura de clase (izquierda contra derecha), el asunto de la reforma política con el de la seguridad (lo que impedía el acuerdo al haber un clásico "dilema de la seguridad" muy acentuado), el del arabismo y Palestina con el occidentalismo y la neutralidad (convirtiendo Líbano y sus facciones como peones en el equilibrio de poder regional). Era una situación política de gran complejidad y con una dispersión de fuerzas tan grande, además de con unos ánimos muy caldeados y con sed de sangre, que prácticamente todos daban por descontada la guerra, aunque en el fondo la vieran como un mal que sería deseable evitar. Pero el acuerdo era prácticamente imposible, y tomar posiciones de forma violenta para dirimir el nuevo orden desde una situación de ventaja, un imperativo de la situación que obligaba a todos a luchar una vez comenzasen los primeros tiros.
Los primeros tiros de lo que sería la guerra civil podrían retrotraerse a varios acontecimientos de 1974-75. El primero podría ser el de las batallitas entorno al campo de refugiados palestinos de Tal El Zaatar de 1974, cuya responsabilidad aún es objeto de discusión. Luego, en febrero de 1975, la huelga en la fábrica de pescado de Sayda, en Sidón, ejemplifica muy bien la división habitual libanesa que solapa clase social y religión. Chamoun (maronita) trataba de monopolizar el mercado de la producción de pescado en la costa, lo cual chocó con los intereses de los trabajadores, mayoritariamente musulmanes. Comenzó una huelga apoyada por los partidos izquierdistas (de gran mayoría musulmana) que fue reprimida por el ejército mayoritariamente dominado por los cristianos. Con el asesinato del antiguo alcalde de Sidón, Maroof Saad, que apoyaba las protestas y que era muy popular (en un confuso incidente que algunos achacan a los palestinos para matar a alguien que se oponía al dominio de Fatah en Sidón), los disturbios se propagaron por Sidón y Beirut.
El 13 abril de 1975, un incidente callejero cerca de la iglesia de Notre Dame de la Delivrance, en Ain el-Rammaneh, Beirut, terminó con que un grupo de civiles de Falange fueran tiroteados por palestinos, matando a varias personas, una de ella un escolta de Pierra Gemayel, el líder de Falange. Como represalia, los milicianos de ese partido político detuvieron un bus lleno de civiles palestinos, que pasaba por la zona cristiana en dirección a un meeting político y lo tirotearon, causando 26 muertos. Tras "la masacre del bus" estalló la guerra en Beirut y con ello comenzó la guerra civil libanesa.
A las pocas semanas, el primer ministro, Rachid El-Soleh, dimitió y echó la culpa a Falange del estallido del conflicto. El presidente Frangieh intentó formar un gobierno militar (El Refai), pero ese gobierno sólo duró tres días. Tenía el apoyo de Falange (Gemayel) y el Partido Nacional Liberal (Chamoun), pero en contra estaban los izquierdistas musulmanes (como Jumblat) y el Bloque Nacional (Eddé) que aunque cristiano no perseguía una política partidista y extremista. Tras arduas negociaciones, Rachid Karame es nombrado primer ministro el 1 de julio con la mediación siria y de Arafat. Karame intente reinstaurar el orden y la paz, y durante unos meses pareció que realmente iba a ser así y ocurriría el milagro que salvase al Líbano. Pero fue un espejismo, y los combates se reanudaron otra vez.
Esta nueva fase es la conocida como la "Batalla de los Hoteles", y comenzó en octubre de 1975. Aunque los combates arreciaban por Beirut, el gobierno no se decidió sacar al ejército a la calle para imponerse a las milicias e instaurar una paz y un orden neutral entre los ciudadanos de las distintas religiones. El ejército quedó así como el tercero (ausente) necesario para imponer una paz que respondía básicamente a un dilema de seguridad, no a un deseo de conquista y aniquilación, o la negociación sobre un tema indivisible e innegociable.
Mientras la guerra continuaba, el sábado 6 de diciembre de 1975 Pierre Gemayel fue a Damasco a reunirse con Assad, que por primera vez accedía a negociar directamente con Falange, para gestionar un nuevo acuerdo de paz. Pero mientras estaba reunidos llegaron terribles noticias desde Beirut: milicias cristianas en venganza por la muerte de 4 de sus miembros, mataron en plena calle a cientos de civiles musulmanes libaneses y palestinos, parando los coches y los viandantes para pedirles la documentación y comprobar su filiación religiosa, matándolos ahí mismo si eran musulmanes o no tenían tal identificación (palestinos). Ese día terminaría conociéndose como el "Sábado Negro", y probablemente estuviera dirigido a boicotear las conversaciones de paz. La cultura de la venganza exigía una respuesta y con esta, la guerra ya no tendría vuelta atrás.
La guerra en Beirut arreciaba, y la Batalla de los Hoteles (y de otras zonas de la ciudad, como en el puerto) continuaba para ir delimitando el territorio (la Línea Verde) de las dos facciones principales: los palestinos y el Movimiento Nacional Libanés (izquierdistas y musulmanes) por un lado y lo que sería conocido como Frente Libanés (cristianos de Falange, Partido Nacional Liberal, Fuerzas Libanesas y otro).
Para "limpiar" uno de los flancos cristianos del Beirut oriental (de mayoría cristiana) las milicias cristianas cometieron la masacre de de Karinta el 18 de enero de 1976. Como represalia, dos días más tarde en la localidad de Damour (de mayoría cristiana), en el flanco sur del Beirut occidental (mayoría musulmana e izquierdista), fue limpiada por los musulmanes, palestinos, etc, cometiendo masacre.
El ejército libanés terminó por desintegrarse y formar parte de otras milicias, y parte de sus almacenes traspasados a estas. Los países árabes trataron de separar a los contendientes mandando una Fuerza Arabe de Seguridad, pero en general fue inefectiva. Probablemente no hubiera mejor símbolo de la desintegración de las instituciones libanesas que el fútil golpe de Estado del general Abdulazis sobre unos organismos gubernamentales y unas fuerzas que ya no obedecían a la lógica de un Estado. Como su autoritario discurso (y vacío de poder) se daba por televisión, fue apodado el General TV.
Para tratar de dar una solución política a la guerra en curso, el presidente Franjía propuso una nueva ley constitucional, en la que el poder parlamentario entre musulmanes y cristianos por fin sería igualitario. Pero la propuesta fue rechazada en un primer momento por el Movimiento Nacional, y posteriormente también por Falange. Con la violencia ya desatada de forma tan brutal, esa propuesta, que podía prevenir el estallido de la guerra, ya no servía para frenarla una vez comenzada.
Los musulmanes y los palestinos, por su superioridad númerica, militar y logísitica que le daba el apoyo sirio, iban imponiéndose a los crisitianos, y sus intenciones eran la de una victoria militar incondicional. Como tal estado de cosas podía generar en un Líbano potencialmente muy inestable al no basarse en un equilibrio de poder aceptado por todos, y ante el temor de la intervención de Israel para impedir la derrota total de los cristianos en Beirut, los sirios trataron de frenar a sus aliados (musulmanes y palestinos). Pero como estos se negaban a seguir ese juego, no tuvieron más remedio que empezar a negociar con EEUU la posible intervención militar directa de Siria en Líbano, y así impedir que la solución militar de la guerra se impusiera a la política.
En la reunión de Rabat de la Liga Arabe, se reconoce a la OLP como la representante de la lucha por la independencia de Palestina.
El resultado incierto de la guerra del Yom Kippur, mostró los límites militares y políticos a los que podía aspirar con realismo la causa árabe y palestina contra Israel, y llevó a que se aceptaran el Programa de los 10 Puntos. Básicamente los 10 Puntos reconocían la solución de los Dos Estados. Es decir, se renunciaba a crear un gran Estado palestino que incluyera a Israel, y sólo se buscaba la independencia de Gaza y Cisjordania. Ello causó un auténtico terremoto en el mundo terrorista y guerrillero palestino, y llevó a la creación del Frente del Rechazo (a los 10 Puntos), y al fraccionamiento de Fatah, al crearse Abu Nidal (que también formaría parte del Frente del Rechazo). También hubieron fraccionamientos en otro grupos (aunque no relacionado con el asunto de los 10 Puntos), especialmente relevante fue el de la ruptura en Habash (lider del Frente Popular para la Liberación de Palestina) y Haddad, que llevó a la creación del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Operaciones Externas.
Mientras tanto la guerra estalló en Líbano, y la unión de la OLP y los izquierdistas musulmanes de Jumblat, llevó a que los cristianos fueran perdiendo la guerra y estuvieran al borde del desastre. Que en Líbano se instaura una dictadura militar de extrema izquierda musulmana y arabista, básicamente sostenida por militantes palestinos, que desde entonces podrían ser abastecidos con armas pesadas, significaba una gran amenaza para Israel. Por lo que ante la amenaza de que israel invadiera Líbano para impedir tal cosa, y que ello llevara a una escalada que obligase a Siria a ir a la guerra con Israel, fue por lo que en 1976, con el beneplácito de EEUU e Israel, Siria invadiera Líbano para machacar a los palestinos y salvar a los cristianos de una derrota total.
El triunfo sirio al entrar en Líbano y convertirse en la principal fuerza en el conflicto, para así asegurar que la guerra transcurriera sin imposiciones que hicieran peligrar el equilibrio de poder regional, fue sancionado por el mundo árabe al establecerse la Fuerza de Disuasión Arabe. Que básicamente era cambiar el casco a las tropas sirias para ponerlas bajo la supuesta autoridad de la Liga, mientras venían algunos militares árabes para meramente supervisar el desarrollo de las operaciones de dicha fuerza.
La OLP y Abu Nidal entraron en guerra abierta, atentados contra integrantes de ambos grupos y sus Estados valedores (Irak de Abu Nidal, Arabia Saudí de Fatah, etc) eran constantes.
Como la situación de seguridad no mejoraba para Israel, finalmente invadió en 1982 la mitad sur de Líbano incluyendo Beirut. La operación cogió por sorpresa a muchos palestinos y en general no ofrecieron demasiada resistencia, lo cual hizo enfurecer a Arafat. Finalmente la OLP fue derrotada y debió irse de Líbano.
El primer vídeo, un reportaje de Thames de 1976 que conmemora el primer año de guerra. Los cuatro siguientes vídeos, son los cuatro primeros documentales (de una serie de 10) sobre la guerra de Líbano que hiciera Al Jazeera en árabe (subtitulados en inglés), sobre los que hace unos años escribí unos comentarios resumen (a veces telegráficos). En estos primeros cuatro episodios, se exponen desde los orígenes del conflicto hasta el primer año y pico de guerra. Por último, añado un sexto documental sobre la historia de la OLP, con un comentario sobre ese episodio en concreto (no hay que olvidar que la cuestión palestina fue muy importante en la historia de Líbano y el estallido de la guerra).
Con la independencia del Gran Líbano debía ir aparejado para garantizar su paz interna, la instauración y respeto de lo que sería llamado Pacto Nacional (Bechara El Khoury, Riad El-Solh, etc). Básicamente este era un pacto por la neutralidad en la política internacional que tenía que ver tradicionalmente con los asuntos libaneses: se renunciaría tanto a la unión del país a Siria o a un gran Estado árabe, como a la protección de los cristianos por parte de potencias occidentales. Con el Pacto Nacional el equilibrio interno (reparto de poderes entre religiones) se garantizaba por la no intromisión de países externos que pudiera alterar dicho equilibrio. Pero si el pacto era correcto para los asuntos tradicionales, no se ajustó bien al mundo de la posguerra, con la guerra fría creciente y la amenaza panarabismo y el nacionalismo árabes arrasando el orden proocidental que garantizaban las monarquías angloárabes.
El alineamiento con el Pacto de Bagdad (CENTO) que hiciera el presidente Chamoun chocaba con la posición musulmana (aunque en parte también cristiana) pronasserista y antioccidental. La tensión creciente entre Siria y Turquía (miembro de la CENTO) y la creación de la República Arabe Unida tuvo su resonancia en una crisis creciente dentro de Líbano entre las dos facciones.
Durante 1958, tras el asesinato de Nasib El Matni, en Líbano se estuvo al borde de la guerra entre las dos facciones. La República Arabe Unida armaba de forma no masiva a la oposición, que cuando intentaba asaltar edificios e infraestructura públicas se encontraba con la oposición del ejército. Pero a la vez el ejército no intervenía para disolver a los revolucionarios de la oposición. La posición de neutralidad del general Chehab y su gran visión del interés y asuntos de Estado salvó al país de la guerra (algo de lo que se careció en 1975), ya que si por algo se caracterizan los políticos árabes es por llegar a todo, incluso a la destrucción de su país, con tal de defender y lograr sus intereses.
Pero el golpe de Estado que derribó al rey angloarabe Faisal II por Qasim (Oficiales Libres, en un primer momento considerados panarabistas) el 14 de julio de 1958 , provocó un gran impacto en los equilibrios de poderes, y forzó a que el Reino Unido mandara tropas a Jordania para asegurar la permanencia de su gobierno y rey afín (aunque Glubb Pachá, el británico al mando de la Legión Arabe tuvo que dimitir y marcharse del país), y los americanos, con la petición del presidente libanés, hizo lo propio mandando a los Marines a Líbano para impedir un hipotético triunfo revolucionario. La presencia americana calmó mucho los ánimos, y permitió alcanzar una solución sin ganadores ni vencidos, y que Chamoun fuera sustituido varios meses más tarde por Chehab. Pero a pesar de que se dijo en un primer momento no habría vencedores ni vencidos, lo cierto es que tanto Falange como el Partido Nacional, hicieron una gran represión interna. Tras dos años de indecisión, Chehab al final se asienta en el poder y comienza un modelo propio de gran desarrollo económico y social, y aceptación general por la población, el chehabismo.
Con la guerra de 1967, los palestinos se radicalizan, y la cultura del fedayin se extiende por todos los campamentos de refugiados, tanto en Jordania como en Líbano. Los ataques guerrilleros y terroristas desde esos países aumentan considerablemente, y uno de los ataques de represalias israelíes consistió en el famoso raid al aeropuerto de Beirut en el que destruyeron varios aviones comerciales libaneses.
El presidente Chamoun no podía mantener la autoridad sobre los campamentos palestinos que se ejercía durante los primeros años, y para colmo, también tenía que hacer frente a una oposición de izquierdas y musulmana crecientes. La línea de fractura confesional y de clases se superponía en Líbano, y la mayoría de la clase acomodada y educada era cristiana, y los musulmanes eran mayormente de origen humilde, aunque ya estaban logrando tener acceso a mayores niveles de educación. Pero como la organización política libanesa se asentaba en el reparto por religiones de los poderes del Estado, y en las elecciones parlamentarias los cristianos tenían por ley algunos pocos diputados más que los musulmanes (además de por un sistema representativo, la Zuama, que eludía la representación por partidos y facilitaba cierto tongo electoral mediante el gerrymandering) lo que dividía en dos facciones difícilmente reconciliables. Estas dos facciones eran lade los Maronitas y cristianos (griegos, etc)-derecha-proocidental-antipalistino, contra los musulmanes(suníes, druzos, chíies)-izquierda-proárabes-propalestinos. A ello hay que añadir las luchas de poder internacionales, principalmente la de la Siria que siguió al golpe de Estado de 1963, que comenzó a estar mucho menos dividida y a comenzar a influir más en la escena internacional para lograr su tradicional objetivo de anexionarse Líbano, lo cual chocaba con los intereses de Jordania, Irak, Egipto, Israel, etc.
En todo esto, la escalad de violencia entre Israel y las milicias palestinas llegó a tal cota, que el ejército libanés no tuvo más remedio que comenzar a actuar militar mente contra la pléyade de grupúsculos de la OLP, y también contra unas IDF que comenzaban a hacer incursiones en territorio libanés. La guerra llegó a tal nivel, que se tuvo que hacer una conferencia en El Cairo, en 1969, para establecer un acuerdo de paz entre el ejército libanés y la OLP. El acuerdo fue el reconocimiento de la victoria palestina, y se le reconoció territorios en el sur del país, el gobierno de los campamentos, etc. Entre el poder ganado por los Acuerdos de El Cairo, y la llegada masiva de guerrilleros palestinos y sus armas huyendo de la represión del Estado jordano en septiembre de 1970, conformó a Líbano como única plataforma territorial desde la que la OLP podía lanzar ataques contra el suelo de Israel y además se unió la gran acumulación de material de guerra.
Pero los choques entre la OLP y las IDF, de las IDF con el ejército libanés, así como los choques entra la OLP y el ejército libanés continuaron. Y no siendo poco con todo esto, durante la presidencia de Fariyía (candidato ajeno al chehabismo y que fue promocionado por el izquierdista Jumblat), se disolvieron los Servicios Secretos libaneses. Probablemente fue la puntilla que llevó de forma casi inevitable a la guerra civil. La paz interna había sido hasta cierto punto garantizada por la represión de la inteligencia militar contra izquierdistas y palestinos. Y llevó a que las fuerzas armadas libanesas fuesen aún menos efectivas, a la vez que las milicias palestinas iban ganando poder, lo que forzaba a los critianos de falange no tuvieran más remedio que comenzar a armarse. El Acuerdo de El Cairo no se respetó, y en una violencia creciente tuvieron que hacerse en 1973 los Acuerdos del Hotel Melkart (tras el escándalo del raid de Barak en Beirut), de contenido similar a los anteriores, pero que tampoco se respetaron. Pero ya desde lo del raid todo el mundo se dio cuenta que la situación en Líbano era ya insostenible y que tarde o temprano, casi necesariamente se llegaría a la guerra por un desencadenante u otro.
Es muy difícil resumir lo ocurrido en Líbano entre 1967 y 1973, pero podría decirse que el factor desestabilizante que llevó a la guerra fue la presencia de milicias palestinas, que eran de orientación izquierdista, promusulmanas, proarabistas, que chocaban existencialmente con el entramado político y social libanés, dominado por cristianos, conservadores de derecha y proocidentales. La división interna sectaria y de clases, se acentuaba a la hora de alinearse en los conflictos externos, y a la vez, los conflictos externos alimentaban militarmente el conflicto interno esencial, que siempre ha arrastrado Líbano desde su invención entorno a 1920. El cambio demográfico terminó de dar la puntilla a la deslegitimación del sistema por parte de la izquierda y los musulmanes, y también (junto al poder militar palestino) hacía casi innegociable por la derecha y los cristianos, cualquier tipo de acuerdo sin que ello no despertara los temores de la revolución, y a caer bajo la dictadura de algún gobierno militar arabista y progresista.
La percepción de que las milicias musulmanas y palestinas estaban ganando un poder creciente y abrumador, llevó a los maronitas de falange a que comenzasen a armarse y formar sus propias fuerzas, importando armas de Europa del este.
El problema de Líbano durante la preguerra y los primeros meses de la misma se puede resumir fácilmente con el dilema "reformas vs seguridad". Los izquierdistas pedían reformas políticas para evitar la guerra, y los cristianos pedían el desarme de las milicias para poder fiarse de que el nuevo orden político no significase su aniquilación y subyugación.
En Líbano se solapaban varias líneas de fractura política con varios conflictos a la vez: la confesional con la línea de fractura de clase (izquierda contra derecha), el asunto de la reforma política con el de la seguridad (lo que impedía el acuerdo al haber un clásico "dilema de la seguridad" muy acentuado), el del arabismo y Palestina con el occidentalismo y la neutralidad (convirtiendo Líbano y sus facciones como peones en el equilibrio de poder regional). Era una situación política de gran complejidad y con una dispersión de fuerzas tan grande, además de con unos ánimos muy caldeados y con sed de sangre, que prácticamente todos daban por descontada la guerra, aunque en el fondo la vieran como un mal que sería deseable evitar. Pero el acuerdo era prácticamente imposible, y tomar posiciones de forma violenta para dirimir el nuevo orden desde una situación de ventaja, un imperativo de la situación que obligaba a todos a luchar una vez comenzasen los primeros tiros.
Los primeros tiros de lo que sería la guerra civil podrían retrotraerse a varios acontecimientos de 1974-75. El primero podría ser el de las batallitas entorno al campo de refugiados palestinos de Tal El Zaatar de 1974, cuya responsabilidad aún es objeto de discusión. Luego, en febrero de 1975, la huelga en la fábrica de pescado de Sayda, en Sidón, ejemplifica muy bien la división habitual libanesa que solapa clase social y religión. Chamoun (maronita) trataba de monopolizar el mercado de la producción de pescado en la costa, lo cual chocó con los intereses de los trabajadores, mayoritariamente musulmanes. Comenzó una huelga apoyada por los partidos izquierdistas (de gran mayoría musulmana) que fue reprimida por el ejército mayoritariamente dominado por los cristianos. Con el asesinato del antiguo alcalde de Sidón, Maroof Saad, que apoyaba las protestas y que era muy popular (en un confuso incidente que algunos achacan a los palestinos para matar a alguien que se oponía al dominio de Fatah en Sidón), los disturbios se propagaron por Sidón y Beirut.
El 13 abril de 1975, un incidente callejero cerca de la iglesia de Notre Dame de la Delivrance, en Ain el-Rammaneh, Beirut, terminó con que un grupo de civiles de Falange fueran tiroteados por palestinos, matando a varias personas, una de ella un escolta de Pierra Gemayel, el líder de Falange. Como represalia, los milicianos de ese partido político detuvieron un bus lleno de civiles palestinos, que pasaba por la zona cristiana en dirección a un meeting político y lo tirotearon, causando 26 muertos. Tras "la masacre del bus" estalló la guerra en Beirut y con ello comenzó la guerra civil libanesa.
A las pocas semanas, el primer ministro, Rachid El-Soleh, dimitió y echó la culpa a Falange del estallido del conflicto. El presidente Frangieh intentó formar un gobierno militar (El Refai), pero ese gobierno sólo duró tres días. Tenía el apoyo de Falange (Gemayel) y el Partido Nacional Liberal (Chamoun), pero en contra estaban los izquierdistas musulmanes (como Jumblat) y el Bloque Nacional (Eddé) que aunque cristiano no perseguía una política partidista y extremista. Tras arduas negociaciones, Rachid Karame es nombrado primer ministro el 1 de julio con la mediación siria y de Arafat. Karame intente reinstaurar el orden y la paz, y durante unos meses pareció que realmente iba a ser así y ocurriría el milagro que salvase al Líbano. Pero fue un espejismo, y los combates se reanudaron otra vez.
Esta nueva fase es la conocida como la "Batalla de los Hoteles", y comenzó en octubre de 1975. Aunque los combates arreciaban por Beirut, el gobierno no se decidió sacar al ejército a la calle para imponerse a las milicias e instaurar una paz y un orden neutral entre los ciudadanos de las distintas religiones. El ejército quedó así como el tercero (ausente) necesario para imponer una paz que respondía básicamente a un dilema de seguridad, no a un deseo de conquista y aniquilación, o la negociación sobre un tema indivisible e innegociable.
Mientras la guerra continuaba, el sábado 6 de diciembre de 1975 Pierre Gemayel fue a Damasco a reunirse con Assad, que por primera vez accedía a negociar directamente con Falange, para gestionar un nuevo acuerdo de paz. Pero mientras estaba reunidos llegaron terribles noticias desde Beirut: milicias cristianas en venganza por la muerte de 4 de sus miembros, mataron en plena calle a cientos de civiles musulmanes libaneses y palestinos, parando los coches y los viandantes para pedirles la documentación y comprobar su filiación religiosa, matándolos ahí mismo si eran musulmanes o no tenían tal identificación (palestinos). Ese día terminaría conociéndose como el "Sábado Negro", y probablemente estuviera dirigido a boicotear las conversaciones de paz. La cultura de la venganza exigía una respuesta y con esta, la guerra ya no tendría vuelta atrás.
La guerra en Beirut arreciaba, y la Batalla de los Hoteles (y de otras zonas de la ciudad, como en el puerto) continuaba para ir delimitando el territorio (la Línea Verde) de las dos facciones principales: los palestinos y el Movimiento Nacional Libanés (izquierdistas y musulmanes) por un lado y lo que sería conocido como Frente Libanés (cristianos de Falange, Partido Nacional Liberal, Fuerzas Libanesas y otro).
Para "limpiar" uno de los flancos cristianos del Beirut oriental (de mayoría cristiana) las milicias cristianas cometieron la masacre de de Karinta el 18 de enero de 1976. Como represalia, dos días más tarde en la localidad de Damour (de mayoría cristiana), en el flanco sur del Beirut occidental (mayoría musulmana e izquierdista), fue limpiada por los musulmanes, palestinos, etc, cometiendo masacre.
El ejército libanés terminó por desintegrarse y formar parte de otras milicias, y parte de sus almacenes traspasados a estas. Los países árabes trataron de separar a los contendientes mandando una Fuerza Arabe de Seguridad, pero en general fue inefectiva. Probablemente no hubiera mejor símbolo de la desintegración de las instituciones libanesas que el fútil golpe de Estado del general Abdulazis sobre unos organismos gubernamentales y unas fuerzas que ya no obedecían a la lógica de un Estado. Como su autoritario discurso (y vacío de poder) se daba por televisión, fue apodado el General TV.
Para tratar de dar una solución política a la guerra en curso, el presidente Franjía propuso una nueva ley constitucional, en la que el poder parlamentario entre musulmanes y cristianos por fin sería igualitario. Pero la propuesta fue rechazada en un primer momento por el Movimiento Nacional, y posteriormente también por Falange. Con la violencia ya desatada de forma tan brutal, esa propuesta, que podía prevenir el estallido de la guerra, ya no servía para frenarla una vez comenzada.
Los musulmanes y los palestinos, por su superioridad númerica, militar y logísitica que le daba el apoyo sirio, iban imponiéndose a los crisitianos, y sus intenciones eran la de una victoria militar incondicional. Como tal estado de cosas podía generar en un Líbano potencialmente muy inestable al no basarse en un equilibrio de poder aceptado por todos, y ante el temor de la intervención de Israel para impedir la derrota total de los cristianos en Beirut, los sirios trataron de frenar a sus aliados (musulmanes y palestinos). Pero como estos se negaban a seguir ese juego, no tuvieron más remedio que empezar a negociar con EEUU la posible intervención militar directa de Siria en Líbano, y así impedir que la solución militar de la guerra se impusiera a la política.
En la reunión de Rabat de la Liga Arabe, se reconoce a la OLP como la representante de la lucha por la independencia de Palestina.
El resultado incierto de la guerra del Yom Kippur, mostró los límites militares y políticos a los que podía aspirar con realismo la causa árabe y palestina contra Israel, y llevó a que se aceptaran el Programa de los 10 Puntos. Básicamente los 10 Puntos reconocían la solución de los Dos Estados. Es decir, se renunciaba a crear un gran Estado palestino que incluyera a Israel, y sólo se buscaba la independencia de Gaza y Cisjordania. Ello causó un auténtico terremoto en el mundo terrorista y guerrillero palestino, y llevó a la creación del Frente del Rechazo (a los 10 Puntos), y al fraccionamiento de Fatah, al crearse Abu Nidal (que también formaría parte del Frente del Rechazo). También hubieron fraccionamientos en otro grupos (aunque no relacionado con el asunto de los 10 Puntos), especialmente relevante fue el de la ruptura en Habash (lider del Frente Popular para la Liberación de Palestina) y Haddad, que llevó a la creación del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Operaciones Externas.
Mientras tanto la guerra estalló en Líbano, y la unión de la OLP y los izquierdistas musulmanes de Jumblat, llevó a que los cristianos fueran perdiendo la guerra y estuvieran al borde del desastre. Que en Líbano se instaura una dictadura militar de extrema izquierda musulmana y arabista, básicamente sostenida por militantes palestinos, que desde entonces podrían ser abastecidos con armas pesadas, significaba una gran amenaza para Israel. Por lo que ante la amenaza de que israel invadiera Líbano para impedir tal cosa, y que ello llevara a una escalada que obligase a Siria a ir a la guerra con Israel, fue por lo que en 1976, con el beneplácito de EEUU e Israel, Siria invadiera Líbano para machacar a los palestinos y salvar a los cristianos de una derrota total.
El triunfo sirio al entrar en Líbano y convertirse en la principal fuerza en el conflicto, para así asegurar que la guerra transcurriera sin imposiciones que hicieran peligrar el equilibrio de poder regional, fue sancionado por el mundo árabe al establecerse la Fuerza de Disuasión Arabe. Que básicamente era cambiar el casco a las tropas sirias para ponerlas bajo la supuesta autoridad de la Liga, mientras venían algunos militares árabes para meramente supervisar el desarrollo de las operaciones de dicha fuerza.
La OLP y Abu Nidal entraron en guerra abierta, atentados contra integrantes de ambos grupos y sus Estados valedores (Irak de Abu Nidal, Arabia Saudí de Fatah, etc) eran constantes.
Como la situación de seguridad no mejoraba para Israel, finalmente invadió en 1982 la mitad sur de Líbano incluyendo Beirut. La operación cogió por sorpresa a muchos palestinos y en general no ofrecieron demasiada resistencia, lo cual hizo enfurecer a Arafat. Finalmente la OLP fue derrotada y debió irse de Líbano.
viernes, 10 de abril de 2015
El terreno de Yemen y la invasión por Arabia Saudí.
La potencial invasión que Arabia Saudí haga de Yemen, tendrá que afrontar tremendos desafíos logísticos (aquí el plan de invasión que he previsto)
Las dificultades residen tanto en organizar el almacenaje y entrega de una gran cantidad de suministros a través de limitadas líneas de comunicaciones, como por las características de un terreno que dificulta mucho el paso de vehículos de ruedas cargados.
En la primera tabla puede leerse como la invasión macanizads por el Este, vía Sharora hasta Safir-Marib (desierto de Rub al Khali), afronta un terreno impracticable para los vehículos de ruedas, fundamentales para cualquier logística: tanto en municiones como en POL (combustible, etc) y agua, por no hablar de la artillería remolcada. Para colmo, como indica la segunda tabla, una vez se llega al terreno de las montañas al Este de Sanaa (que es el terreno que hay que atravesar desde Marib para llegar a la capital) el terreno es también impracticable para los vehículos de rueda.
En las montañas occidentales (como son las regiones de Hajja y Amram) las carreteras hacen viable la circulación por los vehículos de rueda, pero fuera de ellas también es terreno impracticable.
Los vehículos de cadena (carros de combate, vehículos de combate de infantería, artillería autopropulsada, etc) tienen muy buena movilidad táctica en el desierto oriental, lo que permitiría hacer maniobras resolutivas contra cualquier tipo de fuerza que puedan oponer Houthis y Saleh. En las montañas al Este de Sanaa, el desempeño móvil de esos vehículos será desigual, dependiendo de las características de cada lugar y los diversos obstáculos naturales. En las montañas de Hajja y Amram pueden tener dificultades en las regiones más elevadas, incluso afrontar áreas impracticables (pero no todas), aunque tendrán buena movilidad en el resto del terreno de esas montañas.
Las dos tablas son de sendos cursos del US Army disponibles en globalsecurity (que vale la pena echarles un vistazo), para preparar la invasión o defensa de los países del golfo Pérsico y la península arábiga:
-. Aquí la parte correspondiente a Yemen.
-. Aquí la parte correspondiente a Arabia Saudí (el terreno norte de la provincia yemení de Al Jawf hasta llegar a Marib corresponde en el ejercicio a Arabia Saudí, debido a las sempiternas luchas por la demarcación de la frontera e incluso el reconocimiento de Yemen por Riad).
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Destacar que, echando un vistazo al terreno para posibles asaltos anfibios, lo más probable es que estos se hagan entorno a Hodaida y Adén (aunque no necesariamente justo en esos puertos, tampoco demasiado alejados y, probablemente, siempre con la intención de apoderarse de ellos).
miércoles, 8 de abril de 2015
La iniquidad diplomática de los burócratas de la ONU.
(Mix de posts del 23 y 26 de marzo publicados en otros medios)
Libia.
Mientras el gobierno libio de Tobruk intenta destruir al gobierno libio de Trípoli lanzando una ofensiva, Bernardino León (el enviado de la ONU para Libia) dice que esta semana (hace dos semanas ya) saldrán los primeros nombres del gobierno de unidad nacional (¡!¿)
Es sorprendente lo abstraída del más básico realismo que está esa gente que cree que hace diplomacia. Los distintos ejércitos libios se seguirán matando entre sí, así como el Estado Islámico seguirá creciendo en medio de todo ese caos, mientras ese ridículo e inane burócrata dirá que ha solucionado la guerra en Libia creando un "gobierno" de unidad nacional al que nadie hará caso.
No es algo que diga sólo yo. Por ejemplo, hace poco, en el Grupo Internacional de Crisis, se reconocía la nulidad diplomática de la ONU.
"P. Con las crisis en Siria, Mali o Sudán del Sur, la CREDIBILIDAD de la ONU en la mediación y resolución de conflictos está en un punto bajo. ¿Eso hace que esté más inclinada a ayudar o no?
R. Cuando uno mira alrededor del mundo en este instante, no ve sino historias malas. Túnez es una historia esperanzadora, pero la más prometedora es sin duda Colombia.
En medio del poco éxito del sistema de Naciones Unidas y de la comunidad internacional en tantas situaciones de conflicto recientes, el proceso de paz en Colombia es una oportunidad dorada para rescatarla de esa sensación de fracaso.
Si miras al Consejo de Seguridad [de la ONU], ves que hay una voluntad de apoyar al liderazgo de un país jugándosela por una salida negociada al conflicto. La seriedad y el compromiso de Santos y Colombia por terminar el conflicto han generado mucha buena voluntad a nivel internacional. Ahora es el momento de movilizar esa buena voluntad."
Sin ir más lejos, el 16 de marzo, antes de que Haftar iniciara su ofensiva contra el gobierno de Trípoli, Hafed Al-Ghwell explicaba muy bien en este artículo imprescindible, las enormes falencias del método ONU de Bernardino León en Libia. Fueron palabras proféticas y aleccionadoras.
Yemen.
La iniquidad y majadería habitual de los diplomáticos de la ONU (a la que ya estamos acostumbrados), salió a relucir de nuevo con el estallido de la actual guerra civil en Yemen.
Hasta tal punto fue nefasta la actuación del enviado de la ONU, que está siendo acusado de haber dado cobertura diplomática y tiempo a los Houtis en su ofensiva contra el presidente internacionalmente reconocido, Hadi (como dice Al-Sabri al final de esta noticia) El enviado no informó debidamente de los planes e intenciones Houtis. Sus continuas llamadas a negociaciones inútiles en Doha (en vez de condenar la invasión Houti) han sido la coartada perfecta para que actuasen a sus anchas desde el intento de golpe el jueves y el inicio de la invasión el domingo. Esa es la opinión extendida en la calle y medios yemeníes.
La incapacidad buenista y pacifista de estos diplomáticos de la ONU, da resultado cuando la guerra ya está acabada y las partes están más que dispuestas a cooperar: cuando todo es fácil.
Pero en entornos verdaderamente complicados, cuando se está al borde de la guerra, esas actitudes muestran todas sus carencias y que no son capaces de generar estabilidad, sino de alentar la agresión y la guerra.
Es algo que los realistas sabemos desde los años 30 (en realidad lo sabemos desde la noche de los tiempos) pero que esa gentuza inútil de la ONU no, cegados en su estupidez idealista. En Yemen, la actitud del enviado de la ONU (lo mismo se podría decir, por ejemplo, de Benardino León en Libia) está siendo objeto de duras críticas y de haber alentado (sin intención) la agresión Houti.
Libia.
Mientras el gobierno libio de Tobruk intenta destruir al gobierno libio de Trípoli lanzando una ofensiva, Bernardino León (el enviado de la ONU para Libia) dice que esta semana (hace dos semanas ya) saldrán los primeros nombres del gobierno de unidad nacional (¡!¿)
Es sorprendente lo abstraída del más básico realismo que está esa gente que cree que hace diplomacia. Los distintos ejércitos libios se seguirán matando entre sí, así como el Estado Islámico seguirá creciendo en medio de todo ese caos, mientras ese ridículo e inane burócrata dirá que ha solucionado la guerra en Libia creando un "gobierno" de unidad nacional al que nadie hará caso.
No es algo que diga sólo yo. Por ejemplo, hace poco, en el Grupo Internacional de Crisis, se reconocía la nulidad diplomática de la ONU.
"P. Con las crisis en Siria, Mali o Sudán del Sur, la CREDIBILIDAD de la ONU en la mediación y resolución de conflictos está en un punto bajo. ¿Eso hace que esté más inclinada a ayudar o no?
R. Cuando uno mira alrededor del mundo en este instante, no ve sino historias malas. Túnez es una historia esperanzadora, pero la más prometedora es sin duda Colombia.
En medio del poco éxito del sistema de Naciones Unidas y de la comunidad internacional en tantas situaciones de conflicto recientes, el proceso de paz en Colombia es una oportunidad dorada para rescatarla de esa sensación de fracaso.
Si miras al Consejo de Seguridad [de la ONU], ves que hay una voluntad de apoyar al liderazgo de un país jugándosela por una salida negociada al conflicto. La seriedad y el compromiso de Santos y Colombia por terminar el conflicto han generado mucha buena voluntad a nivel internacional. Ahora es el momento de movilizar esa buena voluntad."
Sin ir más lejos, el 16 de marzo, antes de que Haftar iniciara su ofensiva contra el gobierno de Trípoli, Hafed Al-Ghwell explicaba muy bien en este artículo imprescindible, las enormes falencias del método ONU de Bernardino León en Libia. Fueron palabras proféticas y aleccionadoras.
Yemen.
La iniquidad y majadería habitual de los diplomáticos de la ONU (a la que ya estamos acostumbrados), salió a relucir de nuevo con el estallido de la actual guerra civil en Yemen.
Hasta tal punto fue nefasta la actuación del enviado de la ONU, que está siendo acusado de haber dado cobertura diplomática y tiempo a los Houtis en su ofensiva contra el presidente internacionalmente reconocido, Hadi (como dice Al-Sabri al final de esta noticia) El enviado no informó debidamente de los planes e intenciones Houtis. Sus continuas llamadas a negociaciones inútiles en Doha (en vez de condenar la invasión Houti) han sido la coartada perfecta para que actuasen a sus anchas desde el intento de golpe el jueves y el inicio de la invasión el domingo. Esa es la opinión extendida en la calle y medios yemeníes.
La incapacidad buenista y pacifista de estos diplomáticos de la ONU, da resultado cuando la guerra ya está acabada y las partes están más que dispuestas a cooperar: cuando todo es fácil.
Pero en entornos verdaderamente complicados, cuando se está al borde de la guerra, esas actitudes muestran todas sus carencias y que no son capaces de generar estabilidad, sino de alentar la agresión y la guerra.
Es algo que los realistas sabemos desde los años 30 (en realidad lo sabemos desde la noche de los tiempos) pero que esa gentuza inútil de la ONU no, cegados en su estupidez idealista. En Yemen, la actitud del enviado de la ONU (lo mismo se podría decir, por ejemplo, de Benardino León en Libia) está siendo objeto de duras críticas y de haber alentado (sin intención) la agresión Houti.
domingo, 5 de abril de 2015
Irán y la guerra híbrida contra Arabia Saudí.
(Mapa religioso de Oriente Medio)
Desde hace algunos meses la crisis yemení, en privado, había captado mi atención y honda preocupación, ya que entendía que no era la enésima crisis que habíamos estado viendo desde 2011 para derrocar a Saleh y hacer una transición pacífica en Yemen, o algo similar a las crisis anteriores de guerras contra un marginal movimiento Houthi o de drones matando a militantes de Al Qaeda. Al contrario que la mayoría de analistas, veía que esta crisis iba a degenerar en una guerra civil por controlar todo el país, que esa guerra civil desencadenaría una intervención saudita (algo que prácticamente ningún analista esperaba) y que la intervención saudita forzaría a que Irán comenzara una guerra híbrida (o como prefiero decir: agresiones y estrategias indirectas) en las zonas chiíes de la Provincia Oriental (donde son mayoría), aunque probablemente fuera algo tendrían planeado de antes.
Esa cadena de acontecimientos fue algo que dejé escrito en otros foros antes de retomar este blog. Yemen, estratégicamente, es mucho más importante que Siria, Irak y Líbano juntos. Que Irán pudiese organizar un Hezbollah gigante (movimiento Houti) justo en el estrecho de Bab el-Mandeb, a un tiro de piedra en carretera de la Meca, Medina y Jedda (y el oleoducto occidental que desemboca ahí), con población común en la frontera sur que pudiera sublevarse, teniendo Arabia Saudí un ejército compuesto en su mitad por yemeníes, etc, era inaceptable para la casa Saud. Los Houtis gobernando Yemen son un puñal en la garganta de Arabia Saudí. En realidad serían algo más que un puñal, serían misiles balísticos, aviones, cohetes, etc, que llegarían de Irán con los que presionar a los saudíes o directamente atacarlos. Como un Hezbollah gigante capaz de desatar una guerra por el conflicto de turno futuro.
Con un Hezbollah gigante en el sur saudí, el movimiento obvio por parte de Irán era montar desde Basora y las propias costas iraníes, una guerra híbrida en la Provincia Oriental de Arabia Saudí (de mayoría chií). En esa provincia se extrae y procesa casi todo el petróleo de saudita, por lo que pondría casi en jaque mate a la monarquía de los Saud, al amenazar con cortar su única fuente real de ingresos no financieros. Ante una revuelta y crisis humanitaria en Qatif y la Provincia Oriental, el Yemen de los Houtis exigiría el cese de la represión y que se respetase los derechos humanos de la mayoría chií de la Provincia Oriental. Como el gobierno saudita no podría permitir tal cosa ya que significaría la secesión de facto y la pérdida de sus riquezas, el Yemen de los Houtis comenzaría en represalia a hacer incursiones terrestres en la frontera sur saudita, promover insurreciones en las provincias del sur, en sus fuerzas armadas, atacar con cohetes y misiles la población del reino y el tráfico petrolero en la medida de sus posibilidades, etc. Es decir, el repertorio de Hamas o Hezbollah contra Israel pero a una escala muchísimo mayor.
Los saudíes vieron esa jugada como yo también la vi. Por eso estaba convencido, en contra del consenso casi unánime de analistas, que habría guerra civil a gran escala en Yemen y que habría intervención saudita. Tengo para mí, que los iraníes no esperaban la intervención de Decisive Storm, y que la intervención ha alterado el tiempo en el que esperaban realizar sus planes. Ellos esperaban controlar Yemen de forma relámpago y luego, unos meses o un año más tarde, comenzar lo de la Provincia Oriental.
Los saudíes temían que Houtis/Saleh se hicieran con el control de todo Yemen desde hace meses. De hecho en febrero pedían a Pakistán publicamente que desplegara tropas en Arabia Saudí para una coalición anti iraní. Y estos últimos días se han filtrado las conversaciones que tuvo el rey Salman con Saleh y otras personalidades yemeníes, donde les advirtió que tomar Taiz era un casus belli. Se dice que Saleh (ante la gravedad de la situación) ofreció a los saudíes hacer un golpe contra los Houtis a cambio de inmunidad, pero no se comprometieron y la suerte quedó echada (oportunidad perdida para los saudíes).
La intervención saudí con Decisive Storm alteró los planes iraníes hasta el punto que, una intervención terrestre, aún con todos sus grandes riesgos para el reino de Salman, los saudíes podrían deponer a los Houties en Yemen y echar por tierra los planes que a su vez tenían los iraníes de deponer a la monarquía saudí. Ahora Irán debe acelerar sus planes de llevar una guerra híbrida en Qatif y la Provincia Oriental.
Hay que tener presente que Arabia Saudí afirma que para Decisive Storm moviliza 150.000 soldados. Si tenemos en cuenta que tiene un Ejército de 75.000 y una Guardia Nacional de 100.000, queda claro que llegado el caso lanzarán todo lo que tienen. Lo lógico, sería que Irán promueva revueltas y mande hombrecillos marrones en guerra híbrida a Qatif, para así retraer recursos terrestres saudíes de una potencial ofensiva en Yemen a la seguridad interna de la Provisión Oriental.
Dicho y hecho. En los últimos días estuvieron circulando informaciones y rumores de que Irán entrena a chiíes sauditas junto a Hezbollah y que está enviando armas y explosivos (y combatientes) a la Provincia Oriental. Hoy han habido fuertes tiroteos en esa provincia. Probablemente sólo sean operaciones contraterroristas para suprimir la inminente amenaza híbrida que Irán organizó a toda prisa. Por lo que tras las represiones y detenciones actuales, y a medida que los iraníes vayan entrenando a más saudíes chiíes (además de los voluntarios iraquíes de las milicias chiíes), la situación de guerra híbrida probablemente empeorará.
Si la guerra híbrida iraní en la Provincia Oriental tiene éxito y los saudíes no son capaces de ganar de forma más o menos rápida en Yemen, la propia Arabia Saudí podría desaparecer y entrar en un proceso de gran inestabilidad interna como ya ha pasado en Irak, Siria, Libia o Yemen. Y si eso ocurre, estaremos en un proceso de crisis para la seguridad mundial sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Atentos, pues, a la guerra en Yemen y lo que pueda pasar en Qatif y la Provincia Oriental en las próximas semanas y meses. La estabilidad mundial depende de ello.
Desde hace algunos meses la crisis yemení, en privado, había captado mi atención y honda preocupación, ya que entendía que no era la enésima crisis que habíamos estado viendo desde 2011 para derrocar a Saleh y hacer una transición pacífica en Yemen, o algo similar a las crisis anteriores de guerras contra un marginal movimiento Houthi o de drones matando a militantes de Al Qaeda. Al contrario que la mayoría de analistas, veía que esta crisis iba a degenerar en una guerra civil por controlar todo el país, que esa guerra civil desencadenaría una intervención saudita (algo que prácticamente ningún analista esperaba) y que la intervención saudita forzaría a que Irán comenzara una guerra híbrida (o como prefiero decir: agresiones y estrategias indirectas) en las zonas chiíes de la Provincia Oriental (donde son mayoría), aunque probablemente fuera algo tendrían planeado de antes.
Esa cadena de acontecimientos fue algo que dejé escrito en otros foros antes de retomar este blog. Yemen, estratégicamente, es mucho más importante que Siria, Irak y Líbano juntos. Que Irán pudiese organizar un Hezbollah gigante (movimiento Houti) justo en el estrecho de Bab el-Mandeb, a un tiro de piedra en carretera de la Meca, Medina y Jedda (y el oleoducto occidental que desemboca ahí), con población común en la frontera sur que pudiera sublevarse, teniendo Arabia Saudí un ejército compuesto en su mitad por yemeníes, etc, era inaceptable para la casa Saud. Los Houtis gobernando Yemen son un puñal en la garganta de Arabia Saudí. En realidad serían algo más que un puñal, serían misiles balísticos, aviones, cohetes, etc, que llegarían de Irán con los que presionar a los saudíes o directamente atacarlos. Como un Hezbollah gigante capaz de desatar una guerra por el conflicto de turno futuro.
Con un Hezbollah gigante en el sur saudí, el movimiento obvio por parte de Irán era montar desde Basora y las propias costas iraníes, una guerra híbrida en la Provincia Oriental de Arabia Saudí (de mayoría chií). En esa provincia se extrae y procesa casi todo el petróleo de saudita, por lo que pondría casi en jaque mate a la monarquía de los Saud, al amenazar con cortar su única fuente real de ingresos no financieros. Ante una revuelta y crisis humanitaria en Qatif y la Provincia Oriental, el Yemen de los Houtis exigiría el cese de la represión y que se respetase los derechos humanos de la mayoría chií de la Provincia Oriental. Como el gobierno saudita no podría permitir tal cosa ya que significaría la secesión de facto y la pérdida de sus riquezas, el Yemen de los Houtis comenzaría en represalia a hacer incursiones terrestres en la frontera sur saudita, promover insurreciones en las provincias del sur, en sus fuerzas armadas, atacar con cohetes y misiles la población del reino y el tráfico petrolero en la medida de sus posibilidades, etc. Es decir, el repertorio de Hamas o Hezbollah contra Israel pero a una escala muchísimo mayor.
Los saudíes vieron esa jugada como yo también la vi. Por eso estaba convencido, en contra del consenso casi unánime de analistas, que habría guerra civil a gran escala en Yemen y que habría intervención saudita. Tengo para mí, que los iraníes no esperaban la intervención de Decisive Storm, y que la intervención ha alterado el tiempo en el que esperaban realizar sus planes. Ellos esperaban controlar Yemen de forma relámpago y luego, unos meses o un año más tarde, comenzar lo de la Provincia Oriental.
Los saudíes temían que Houtis/Saleh se hicieran con el control de todo Yemen desde hace meses. De hecho en febrero pedían a Pakistán publicamente que desplegara tropas en Arabia Saudí para una coalición anti iraní. Y estos últimos días se han filtrado las conversaciones que tuvo el rey Salman con Saleh y otras personalidades yemeníes, donde les advirtió que tomar Taiz era un casus belli. Se dice que Saleh (ante la gravedad de la situación) ofreció a los saudíes hacer un golpe contra los Houtis a cambio de inmunidad, pero no se comprometieron y la suerte quedó echada (oportunidad perdida para los saudíes).
La intervención saudí con Decisive Storm alteró los planes iraníes hasta el punto que, una intervención terrestre, aún con todos sus grandes riesgos para el reino de Salman, los saudíes podrían deponer a los Houties en Yemen y echar por tierra los planes que a su vez tenían los iraníes de deponer a la monarquía saudí. Ahora Irán debe acelerar sus planes de llevar una guerra híbrida en Qatif y la Provincia Oriental.
Hay que tener presente que Arabia Saudí afirma que para Decisive Storm moviliza 150.000 soldados. Si tenemos en cuenta que tiene un Ejército de 75.000 y una Guardia Nacional de 100.000, queda claro que llegado el caso lanzarán todo lo que tienen. Lo lógico, sería que Irán promueva revueltas y mande hombrecillos marrones en guerra híbrida a Qatif, para así retraer recursos terrestres saudíes de una potencial ofensiva en Yemen a la seguridad interna de la Provisión Oriental.
Dicho y hecho. En los últimos días estuvieron circulando informaciones y rumores de que Irán entrena a chiíes sauditas junto a Hezbollah y que está enviando armas y explosivos (y combatientes) a la Provincia Oriental. Hoy han habido fuertes tiroteos en esa provincia. Probablemente sólo sean operaciones contraterroristas para suprimir la inminente amenaza híbrida que Irán organizó a toda prisa. Por lo que tras las represiones y detenciones actuales, y a medida que los iraníes vayan entrenando a más saudíes chiíes (además de los voluntarios iraquíes de las milicias chiíes), la situación de guerra híbrida probablemente empeorará.
Si la guerra híbrida iraní en la Provincia Oriental tiene éxito y los saudíes no son capaces de ganar de forma más o menos rápida en Yemen, la propia Arabia Saudí podría desaparecer y entrar en un proceso de gran inestabilidad interna como ya ha pasado en Irak, Siria, Libia o Yemen. Y si eso ocurre, estaremos en un proceso de crisis para la seguridad mundial sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Atentos, pues, a la guerra en Yemen y lo que pueda pasar en Qatif y la Provincia Oriental en las próximas semanas y meses. La estabilidad mundial depende de ello.
Mapa Guerra Yemen 2
La confusión sobre las batallas (Dhala, Lajh, Bayda, Shabwa, Maarib, Adén, etc) en curso en Yemen es mayúsculo y no es posible hacer una valoración mínima con algo de fundamento.
Simplemente se puede decir que Houtis y Saleh no han perdido demasiado terreno por ahora y que incluso pueden haber ganado un poco. Ese es el caso, por ejemplo, de Adén, donde un día se dice que los Houtis se están retirando y al siguiente controlan más territorio. No obstante, la tendencia por ahora es clara, los Houtis y Saleh ganan terreno aunque a menor velocidad que hace una semana. Quizás estén llegando a sus límites de expansión naturales.
Sin embargo hay dos factores que pueden inclinar la balanza del lado de Houtis y Saleh. 1) La caída de Adén podría liberar muchos recursos de ese frente para proseguir la expansión hacia el Este, actualmente estancada en el eje Maarib-Abyan. 2) Luchas internas en las zonas anti Houti: varias tribus y fuerzas del ejército luchan contra la renovada expansión de Al Qaeda, lo que también llevará a luchar contra las tribus que hasta ahora han luchado junto a Al Qaeda contra los Houtis.
Si en Adén se sigue perdiendo territorio hasta la caída total (reforzando las fuerzas Houtis y de Saleh en el Este) y las fuerzas anti Houti en el Este luchan cada vez más entre sí, la perspectiva en tierra es bastante mala para la coalición, siendo engañoso el relativo estancamiento o ralentización del avance Houti de los últimos días.
Situación en ciudad de Adén.
Como puede verse en los mapas, hay bastante disparidad sobre la situación en Adén, aunque los Houtis hayan ido ganando terreno en los últimos días. Lo que está en discusión es el alcance de sus expansión y la solidez de los mismos, ya que algunas fuentes informan que podrían estar muy escasos de infantería y material. De hecho en fotos y vídeos se ven muy pocos daños por bombardeos de artillería o fuego de cañón de carro de combate.
La última ganancia de importancia de los Houtis podría ser el de la Isla de los Trabajadores (isla dentro del círculo del primer mapa, de archicivilians). La coalición, casi con toda seguridad, está usando fuerzas especiales en Adén (algo que se sospechaba hace casi una semana), ya que en la ayuda militar suministrada en paracaídas hace unos días pudieron observarse radios, lo que hace pensar que serán usadas para que coordinen los movimientos de las milicias locales con los ataques aéreos de la coalición.
Situación en general en Yemen.
Los Houtis continuaron sus avances por la zona costera de las provincias de Taiz y Lahj, hasta el punto que fuerzas especiales saudíes han tenido que dirigir ataques aéreos y navales contra las posiciones Houtis en Bab el-Mandeb, para suprimir la amenaza de misiles antibuque yemeníes.
En Shabwa, una coalición de tribus supuestamente lanzó una ofensiva contra el avance Houti en el aérea de Shabwa-Maarib. No obstante, que la empresa Total haya suspendido su actividad en Yemen (principalmente radicada en Maarib) y evacuado a su personal, induce a pensar que la situación ha empeorado y las tribus anti Houti han perdido terreno, acercándose los combates a los yacimientos de Total (además de por el avance de Al Qaeda).
El avance Houti y de Saleh ha tenido algunos reveses importantes, aunque no haya sido suficiente para estancar su progresión. Por ejemplo, la 33 Brigada en Dhala fue desbandada por el efecto de los bombardeos aéreos, los combates contra las milicias locales y las disensiones internas. Lo mismo ha pasado con la brigada 111 en Abyan, que sostenía el avance Houti/Saleh desde el Este hacia Adén, aunque otras brigadas han seguido atacando desde el Norte y el Oeste. El conjunto de la situación lleva a pensar que la pérdida de la 33 Brigada en Dhala no ha sido fatal para romper el eje de progresión contra Adén desde el Norte y Oeste, aunque la pérdida de la 111 sí haya producido la parálisis de la progresión desde Este.
Actualización.
Una coalición de Tribus pro Hadi toma Lawdar y avanza en dirección Adén. Recordar que en entre Lawdar y Adén la Brigada 111 (de Saleh) fue desbandada, dejándose de informar de ofensivas desde el Este contra Adén, por lo que podrían tener el camino expedito hasta esa ciudad.
Ahora queda ver la magnitud del avance de las tribus. En cualquier caso, de confirmarse la noticia, sería la primera pérdida territorial importante de los Houtis/Saleh en el Este.
Simplemente se puede decir que Houtis y Saleh no han perdido demasiado terreno por ahora y que incluso pueden haber ganado un poco. Ese es el caso, por ejemplo, de Adén, donde un día se dice que los Houtis se están retirando y al siguiente controlan más territorio. No obstante, la tendencia por ahora es clara, los Houtis y Saleh ganan terreno aunque a menor velocidad que hace una semana. Quizás estén llegando a sus límites de expansión naturales.
Sin embargo hay dos factores que pueden inclinar la balanza del lado de Houtis y Saleh. 1) La caída de Adén podría liberar muchos recursos de ese frente para proseguir la expansión hacia el Este, actualmente estancada en el eje Maarib-Abyan. 2) Luchas internas en las zonas anti Houti: varias tribus y fuerzas del ejército luchan contra la renovada expansión de Al Qaeda, lo que también llevará a luchar contra las tribus que hasta ahora han luchado junto a Al Qaeda contra los Houtis.
Si en Adén se sigue perdiendo territorio hasta la caída total (reforzando las fuerzas Houtis y de Saleh en el Este) y las fuerzas anti Houti en el Este luchan cada vez más entre sí, la perspectiva en tierra es bastante mala para la coalición, siendo engañoso el relativo estancamiento o ralentización del avance Houti de los últimos días.
Situación en ciudad de Adén.
Como puede verse en los mapas, hay bastante disparidad sobre la situación en Adén, aunque los Houtis hayan ido ganando terreno en los últimos días. Lo que está en discusión es el alcance de sus expansión y la solidez de los mismos, ya que algunas fuentes informan que podrían estar muy escasos de infantería y material. De hecho en fotos y vídeos se ven muy pocos daños por bombardeos de artillería o fuego de cañón de carro de combate.
La última ganancia de importancia de los Houtis podría ser el de la Isla de los Trabajadores (isla dentro del círculo del primer mapa, de archicivilians). La coalición, casi con toda seguridad, está usando fuerzas especiales en Adén (algo que se sospechaba hace casi una semana), ya que en la ayuda militar suministrada en paracaídas hace unos días pudieron observarse radios, lo que hace pensar que serán usadas para que coordinen los movimientos de las milicias locales con los ataques aéreos de la coalición.
Situación en general en Yemen.
Los Houtis continuaron sus avances por la zona costera de las provincias de Taiz y Lahj, hasta el punto que fuerzas especiales saudíes han tenido que dirigir ataques aéreos y navales contra las posiciones Houtis en Bab el-Mandeb, para suprimir la amenaza de misiles antibuque yemeníes.
En Shabwa, una coalición de tribus supuestamente lanzó una ofensiva contra el avance Houti en el aérea de Shabwa-Maarib. No obstante, que la empresa Total haya suspendido su actividad en Yemen (principalmente radicada en Maarib) y evacuado a su personal, induce a pensar que la situación ha empeorado y las tribus anti Houti han perdido terreno, acercándose los combates a los yacimientos de Total (además de por el avance de Al Qaeda).
Una coalición de Tribus pro Hadi toma Lawdar y avanza en dirección Adén. Recordar que en entre Lawdar y Adén la Brigada 111 (de Saleh) fue desbandada, dejándose de informar de ofensivas desde el Este contra Adén, por lo que podrían tener el camino expedito hasta esa ciudad.
Ahora queda ver la magnitud del avance de las tribus. En cualquier caso, de confirmarse la noticia, sería la primera pérdida territorial importante de los Houtis/Saleh en el Este.
jueves, 2 de abril de 2015
Las amenazas nucleares rusas.
(Post del 22 de marzo)
Rusia amenaza a Dinamarca con ataques nucleares si se une al escudo antimisiles de la OTAN.
En realidad la advertencia rusa es perfectamente normal y lógica, nada desproporcionada, siguiendo la razón estratégica más elemental. Para la mayoría de la población, ajena a los intrincados y endiablados razonamientos de los estudios estratégicos, estas declaraciones de destrucción masiva les parece inaudito. Pero la realidad estratégica y mundial es así de cruda.
Rusia, por simple y pura política de defensa, necesita de las armas nucleares, armas que no dudará en usar si se diera el caso. Ni los daneses ni nadie debería sorprenderse de estas advertencias o amenazas rusas, que llevan ya muchos años haciendo y tienen por escrito, para colmo, públicamente en su doctrina estratégica.
La paz mundial no es algo que deba darse por supuesto, como tampoco debe darse por supuesto que no vaya a haber en algún momento del futuro cercano o lejano, una guerra nuclear, sea limitada o total. Las armas nucleares son, a priori, disuasivas (no ofensivas), pero para que la disuasión funcione han de ser creíbles, y para ser creíbles tienen que poder usarse, ya sea como armas de represalia o como armas de combate táctico y estratégico. La amenaza a Dinamarca es de emplear las armas nucleares rusas en su uso de combate estratégico (contra la defensa de misiles balísticos de la OTAN).
El mundo y la política internacional funcionan así. Que tome nota quien quiera.
Por ejemplo, Rusia amenazó con lo mismo a Polonia en 2008. Guerra nuclear será el castigo para el que no entienda de estrategia e interés nacional ruso. Y sin ir más lejos, al año siguiente, Rusia hizo unas famosas maniobras militares en las que simulaba ataques nucleares a Polonia. Lo que entonces a muchos les pareció un juego, en realidad no lo era.
Hoy que Polonia puede chocar con Rusia a causa del status internacional de Ucrania en el (des)concierto de las grandes potencias, esas amenazas y esas maniobras nucleares van cobrando forma real.
Rusia amenaza a Dinamarca con ataques nucleares si se une al escudo antimisiles de la OTAN.
En realidad la advertencia rusa es perfectamente normal y lógica, nada desproporcionada, siguiendo la razón estratégica más elemental. Para la mayoría de la población, ajena a los intrincados y endiablados razonamientos de los estudios estratégicos, estas declaraciones de destrucción masiva les parece inaudito. Pero la realidad estratégica y mundial es así de cruda.
Rusia, por simple y pura política de defensa, necesita de las armas nucleares, armas que no dudará en usar si se diera el caso. Ni los daneses ni nadie debería sorprenderse de estas advertencias o amenazas rusas, que llevan ya muchos años haciendo y tienen por escrito, para colmo, públicamente en su doctrina estratégica.
La paz mundial no es algo que deba darse por supuesto, como tampoco debe darse por supuesto que no vaya a haber en algún momento del futuro cercano o lejano, una guerra nuclear, sea limitada o total. Las armas nucleares son, a priori, disuasivas (no ofensivas), pero para que la disuasión funcione han de ser creíbles, y para ser creíbles tienen que poder usarse, ya sea como armas de represalia o como armas de combate táctico y estratégico. La amenaza a Dinamarca es de emplear las armas nucleares rusas en su uso de combate estratégico (contra la defensa de misiles balísticos de la OTAN).
El mundo y la política internacional funcionan así. Que tome nota quien quiera.
Por ejemplo, Rusia amenazó con lo mismo a Polonia en 2008. Guerra nuclear será el castigo para el que no entienda de estrategia e interés nacional ruso. Y sin ir más lejos, al año siguiente, Rusia hizo unas famosas maniobras militares en las que simulaba ataques nucleares a Polonia. Lo que entonces a muchos les pareció un juego, en realidad no lo era.
Hoy que Polonia puede chocar con Rusia a causa del status internacional de Ucrania en el (des)concierto de las grandes potencias, esas amenazas y esas maniobras nucleares van cobrando forma real.