jueves, 18 de agosto de 2016
Obama planea renunciar al "primer uso" nuclear, lo que puede provocar inestabilidad estratégica.
Obama va a renunciar al "primer uso" de armas nucleares en caso de guerra (lo que provoca el rechazo de sus principales aliados).
Este cambio en la postura nuclear de tintes pacifistoides da la impresión de ser positiva a primera vista. Los EEUU nunca emplearán su arsenal nuclear a menos que el enemigo emplee las suyas primero. En consecuencia, toda gran guerra en la que se vean envueltos los EEUU en un futuro no correrá riesgo de escalar a una guerra nuclear a menos que dicha potencia enemiga la a use para evitar ser derrotada por las fuerzas armadas convencionales americanas.
No obstante, lo que a primera vista puede parecer un paso adelante y positivo para la paz mundial, en realidad puede llegar a ser un paso en falso y de consecuencias negativas. Las armas nucleares tienen la maquiavélica virtud de mantener la paz gracias al terror. Toda guerra a gran escala entre grandes potencias dotadas de armas nucleares queda excluida de lo racionalmente concebible, siempre y cuando los arsenales nucleares cumplan los requisitos de la teoría de la disuasión. Así ha sido desde la Segunda Guerra Mundial y así seguirá siendo mientras las potencias nucleares tengan una política nuclear acorde a dicha teoría: si un interés vital y existencial se ve comprometido por una agresión, se emplearán armas nucleares para paralizar la guerra y llevar el conflicto a la mesa de la diplomacia coercitiva y la negociación política.
Pero si una de las grandes potencias renuncia al uso de las armas nucleares, a menos que sea atacada con armas nucleares primero, lo que en realidad está haciendo esa gran potencia NO es aumentar la seguridad y la paz del sistema internacional. Lo que está haciendo es elevar el umbral de disuasión nuclear y de la destrucción mutua asegurada (el culmen de la teoría de la disuasión), por lo que está bajando el umbral del uso del armamento convencional. Es decir, hace mucho más probable que ocurra una guerra a gran escala (convencional) entre grandes potencias, porque no hay temor a la destrucción masiva del armamento nuclear.
Por ese motivo, el cambio en la postura nuclear americana que planea Obama, está siendo criticada no sólo por los rivales tradicionales de EEUU (Rusia, China, etc), que ven que el desarrollo de armamento estratégico no nuclear norteamericano (unido al cambio en la postura nuclear) hará mucho más racional y probable que los EEUU les ataquen, sino que también sus aliados critican el cambio nuclear a una política de "no primer uso". Los aliados de EEUU temen que la disuasión nuclear extendida americana pierda mucha de su eficacia. Japón, Corea, Alemania, etc, ahora podrán recibir una agresión a gran escala por parte de una gran potencia, sin temor a que dicha agresión degenere en una guerra nuclear proveniente de EEUU. El tradicional reaseguro nuclear que EEUU ha dado a la OTAN, Corea del Sur, etc, dejará de tener valor eficaz porque los americanos renuncian a usarlo.
¿Qué pueden ganar los EEUU con este cambio en su postura nuclear? La respuesta dependerá de la corriente teórica a la que se adscriba el especialista en seguridad internacional al que se pregunte. En este asunto en concreto al que se refiere la pregunta, la teoría de la disuasión se bifurca en caminos diametralmente opuestos. Pero resumamos, los académicos que respondieran que el cambio de política nuclear es positivo para los intereses de EEUU, dirían que aumentar el umbral disuasivo nuclear y disminuir el umbral disuasivo para el armamento estratégico convencional, es beneficioso porque les dará mucha más libertad para emplear el armamento convencional y hacer de las fuerzas armadas un instrumento mucho más versátil de su política exterior.
En caso que, por ejemplo, China haga agresiones limitadas contra Filipinas en el mar de Sur de China, los EEUU podrán hacer un uso masivo y abrumador de todas sus capacidades militares (convencionales) para repeler la agresión e incluso atacar directamente el territorio chino, sorteando el complejo problema de la ambigüedad estratégica-nuclear. Los EEUU, por ejemplo, podrían lanzar salvas de ICBM contra China sin que este país piense que le están atacando con armas nucleares (eso es lo que implica sortear la ambigüedad estratégica). Como EEUU ha renunciado al primer uso nuclear, cualquier ataque que haga ese país contra instalaciones estratégicas no será nuclear, por lo que podrá realizar una campaña de ataques estratégicos contra una gran potencia y ganar una guerra sin miedo a ser represaliados nuclearmente (porque EEUU entonces sí usaría su armamento atómico), sin sufrir devastación masiva por parte de China.
También hay argumentos en contra, por parte de la corriente teórica opuesta, que afirman que ese cambio en la postura nuclear americana es contraproducente y no beneficia a los intereses de EEUU, pero como este asunto puede complejizarse muchísimo termino aquí el comentario a esta noticia.
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Por otra parte, Rusia está construyendo una gran cantidad de bunkers-puestos de mando nucleares.
Si EEUU si distancia de la disuasión nuclear cambiando su postura nuclear a la de "no primer uso", aumentado el umbral nuclear, en Rusia están haciendo justo lo contrario. Desde hace años los rusos han ido disminuyendo el umbral nuclear hasta el punto de hacer de las armas nucleares el núcleo de toda su política militar y de defensa. Rusia, para garantizar la paz mundial, se está preparando para la guerra nuclear, por lo que además de estar haciendo un gran esfuerzo en la modernización de sus misiles, bombarderos y submarinos nucleares, está erigiendo una red de puestos de mandos que aseguren una conducción de la guerra nuclear eficaz y segura.
Mientras los EEUU tratan de mandar a la periferia de su estrategia las armas nucleares, los rusos se están preparando para la gestionar una guerra nuclear limitada a niveles probablemente superiores al que lo hicieron en la época soviética, cuando no tenían demasiadas esperanzas a que el mando estratégico pudiera sobrevivir a una guerra nuclear, por lo masiva que hubiera sido dicha guerra dado el tamaño de los arsenales nucleares en la época de la Guerra Fría, teniendo los soviéticos que recurrir a instrumentos apocalípticos como el "Perimeter".
Ahora es diferente, el entorno estratégico mundial no es de Nueva Guerra Fría (como erróneamente a veces se dice), sino que es un entorno mucho más complicado y sutil donde una guerra nuclear limitada ahora es mucho más racional que en los buenos viejos tiempos "fríos". Ahora la guerra nuclear para los rusos, chinos y cualquier otra potencia que no sea los EEUU, es más importante en sus respectivas estrategias nacionales. De ahí la construcción de estos bunkers rusos.
Que estas medidas rusas sean positivas o negativas para la paz mundial, como ya expliqué en el comentario a la nocticia anterior, dependerá de la corriente teórica disuasiva que responda. Hay muy buenos argumentos de que la política nuclear rusa contemporánea es buena para la seguridad ínternacional como también hay argumentos muy buenos que dicen lo contrario. Un tema complejo.
Buen a Obama no le queda mucho en la Casa Blanca, quizás su sustituto cambie esta política.
ResponderEliminarLa postura de ir marginando la disuasión nuclear en favor de la disuasión estratégica convencional, es una corriente mainstream dentro del Pentágono y el Mando Estratégico de Estados Unidos. No sería raro que dicha postura continúe con los próximos presidentes aunque no tengo una bola de cristal.
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