miércoles, 24 de agosto de 2016

Obama también planea renunciar al "launch on warning" y adoptar el "launch under attack" como nuevo cambio doctrinal nuclear.


Lo que implica abandonar la LOW.

Obama también planea cambiar la doctrina nuclear americana del "launch on warning" (LOW) al "launch under attack" (LUA), que se suma a la política de renuncia del "primer uso" nuclear.

Aunque en los últimos días se ha prestado una gran atención mediática a que Obama piensa hacer un cambio en su política nuclear para renuncia al "primer uso" de armas nucleares, debido a los efectos potencialmente radicales en la disuasión extendida norteamericana, ya que dejaría a sus aliados en una posición muy precaria antes potencias nucleares rivales (Rusia, Corea del Norte, China, Irán en un futuro) y provocar una nueva ronda en la proliferación nuclear (al inducir a los aliados de EEUU a armarse nuclearmente), no es menos radical e importante el cambio doctrinal del LOW al LUA que se rumorea está planeando..

El LOW implica que cuando se detecta un ataque con misiles balísticos, automáticamente se toma la decisión de hacer un ataque nuclear de respuesta (escogiendo la opción de represalia óptima modelada según los planes de guerra preestablecidos). Este era el modo de proceder adecuado durante la Guerra Fría, porque había un riesgo muy alto de sufrir un primer ataque preventivo para decapitar al gobierno y destruir la mayor parte de las fuerzas nucleares propias, lo que implicaba que la potencia atacante ganaba la guerra nuclear. Actuar bajo el LOW garantizaba que habría una respuesta nuclear y por tanto que habría una Destrucción Mutua Asegurada, pilar de la Guerra Fría que garantizaba la paz y la estabilidad. Como contrapartida, el peligro del LOW es que los ataques balísticos no nucleares (o los fallos en el sistema de vigilancia, como ocurrió con el incidente Petrov de 1983) fueran confundidos con un ataque nuclear y desatar por error de cálculo una guerra nuclear de destrucción mutua asegurada.

Aunque durante la Guerra Fría tenía sentido aplicar el LOW, debido a la alta hostilidad existencial entre las dos superpotencias, en la actualidad, con un entorno estratégico internacional que no se parece en nada al de una (nueva) Guerra Fría, no hay ninguna necesidad que EEUU siga manteniendo el "lanzamiento tras alarma" o LOW, sino que es mejor adoptar el "lanzamiento después de ataque" o LUA. El LUA implica que el decisor no lanzará un ataque de represalia nuclear hasta que exploten las primeras armas nucleares sobre suelo propio. Con ello se evita caer en el error de represaliar nuclearmente a un ataque balístico que no era nuclear sino convencional, aunque se corre el riesgo de ser decapitados y de perder la mayoría del arsenal nuclear bajo un "primer ataque".

El motivo por el cual EEUU ahora decide correr el riesgo de ser decapitados y perder casi todo su arsenal, es porque considera que los conflictos entre las grandes potencias en la actualidad y en el futuro, no serán totales como lo fueron en el siglo XX, sino que serán guerras limitadas entre las grandes potencias, como solía ser durante los siglos XVIII y XIX. Es más, los EEUU desean fervientemente que ahora puedan hacerse (al menos potencialmente) guerras convencionales entre las grandes potencias, sacando de la ecuación la posibilidad de destrucción mutua nuclear, y así emplear con libertad de acción su superioridad en armas convencionales de la que goza frente a cualquier otra gran potencia. Es decir, una situación estratégica totalmente alejada a la que había durante la Guerra Fría.

Como explicaba en el post de ayer sobre las implicaciones estratégicas de la bomba nuclear B61-12, con el "no primer uso", los EEUU están dando a entender que llegado el caso atacarán con armas estratégicas convencionales directamente a China y Rusia si lo considera necesario (de eso tratan la Third Offset Strategy la AirSea Battle), pero que nunca los atacará nuclearmente sino como represalia a un primer ataque nuclear adversario. Los chinos y rusos quedan advertidos que en una crisis o guerra futura, EEUU se reserva el derecho a hacerles "primeros ataques convencionales" y que no tendrán escusa para creer que se trata de ataques nucleares encubiertos. Como contrapartida, los EEUU, al adoptar el LUA, ofrecen el canje a Rusia y China de poder realizar ataques directos convencionales contra EEUU y que, salvo que sean ataques que detonen armas nucleares, no habrán ataques nucleares de represalia.

La intención que subyace a todo esto, es que los EEUU ofrecen unas nuevas reglas del juego en la estrategia mundial, en las que las grandes potencias nucleares no se atacarán directamente entre sí para evitar el riesgo de una escalada nuclear descontrolada que degenerase en una destrucción masiva mundial. Al no haber restricción por terror atómico, recurrir a una gran guerra entre los principales poderes ya es aceptable. Lo cual beneficia a EEUU por gozar de una gran superioridad convencional.



La tensión entre un arsenal para controlar la escalada nuclear vs. un arsenal acorde al "no primer uso" y el LUA.

No obstante, lo descrito hasta ahora no son sino las intenciones norteamericanas, lo cual no significa que Rusia o China vayan a aceptar tal régimen estratégico de marginalizar las armas nucleares hasta hacer de la estrategia internacional algo prácticamente posnuclear. Los rusos y chinos están decididos a usar sus arsenales nucleares instrumentos del que no dudarán hacer un "primer uso", si la situación se vuelve demasiado adversa para sus intereses. Escalar la guerra de convencional a nuclear para desescalar el conflicto a la mesa de negociaciones.

Llegados a este punto, la única manera que tienen los EEUU para gestionar la previsible negativa rusa y china, es desarrollar un arsenal nuclear lo suficientemente sofisticado y numeroso para dominar la escalada y convertir en irracional la opción de "escalar para desescalar". Pero estructurar la fuerza nuclear americana de tal modo, implica erosionar la credibilidad de la política de renunciar al "primer uso" y adoptar el LUA. Para hacer creíble dicha política la estructura de la fuerza no puede estar enfocada el combate nuclear para ganar una guerra de ese tipo, sino que debería tener una fuerza menos sofisticada y enfocada únicamente en hacer viable un primer ataque exitoso contra el arsenal norteamericano. Es decir, tener una fuerza centrada en el segundo ataque y que pueda sobrevivir en su mayoría a un primer ataque de las potencias nucleares rivales.

Si, por el contrario, los EEUU adoptan una fuerza enfocada al combate, nada impediría en un futuro que lanzaran un primer ataque nuclear con armas muy precisas y de bajo rendimiento, que desarmararía y/o decapite a las potencias nucleares adversarias. En consecuencia, esa potencia nuclear no aceptaría las nuevas reglas del juego atómico que proponen los EEUU de marginalizar las armas nucleares, sino que tendrían por decisión racional armarse con armas nucleares tácticas y de guerra nuclear limitada, no renuncien el "primer uso" nuclear, y poder así escalar a un conflicto nuclear durante una contienda convencional con los EEUU si lo consideran apropiado.

Este dilema de estrategia nuclear al que se enfrentan en Washington, en el fondo se corresponde con el clásico dilema de la seguridad tradicional de los estudios estratégicos y seguridad internacional. Si EEUU quiere preparar su arsenal nuclear para el combate nuclear (defensas antimisiles, fuerzas de primer ataque precisas y de potencia de bajo rendimiento), para intentar controlar la escalada y disuadir a China y Rusia de hacer un primer uso nuclear, lo que paradójicamente puede provocar en realidad es que esos dos países se preparen para ese tipo de guerra. Esto es así porque una fuerza de combate nuclear (americana o del país que sea) no solo serviría para dominar la escalada, sino que también podría usarse para hacer un primer ataque estratégico victorioso (decapitar y desarmar). Y viceversa, si deciden no armarse los EEUU para el combate nuclear y dominar la escalada, en realidad está dejando la puerta abierta a que en cualquier conflicto convencional futuro, Rusia y China escalen el conflicto a una guerra nuclear limitada.

La única solución a todo esto, como explicaba ayer, es que todas las potencias nucleares renuncien a su armamento nuclear táctico. Los EEUU entonces no tendrían que desarrollar una fuerza nuclear de combate para dominar una guerra nuclear táctica y limitada, porque ni Rusia, China, ni ningún rival nuclear de EEUU, tendría las armas tácticas adecuadas para hacer una conducción de la guerra nuclear limitada de manera eficaz.

Pero la verdadera cuestión es si a Rusia (y a China en un futuro) le conviene renunciar a las capacidades nucleares tácticas y limitadas, y la respuesta a tal cuestión se responde negativamente. Es más, Rusia está violando el tratado INF precisamente para desarrollar misiles medios e intermedios con los que poder hacer una guerra nuclear táctica y limitada eficazmente; China también está desarrollando su arsenal que en su mayoría está basado principalmente en misiles balísticos medios e intermedios (a la vez que hace esfuerzos para modernizar sus ICBM).

En resumen, 1) si las cuestiones respecto al "Primer Uso" son la faz ofensiva de la moneda doctrinal de la estrategia nuclear; y 2) las cuestiones respecto "Launch" On Warning o Under Attack son la faz del uso defensivo y represalia de la estrategia de las armas nucleares; 3) las cuestiones sobre la estructura de la fuerza, son la argamasa que da la coherencia interna a la doctrina estratégica y la congruencia externa de ese conjunto respecto a los rivales nucleares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario