martes, 4 de agosto de 2015
El crash de la bolsa china y su posible frenazo económico
La madre del cordero del desencadenante de la crisis bursátil en China, está en si las previsiones de crecimiento económico para 2015 que se muestran en el gráfico son creíbles.
Puede observarse que para crecer entorno al 7%, el consumo tendría que aumentar considerablemente respecto el año anterior para sostener la actividad económica interna (lo que necesariamente implica más importaciones de bienes de consumo). En ese entorno de incremento de las importaciones de bienes de consumo, la aportación neta del sector exterior también tendría que hacerse positiva para añadir puntos al PIB: la disminución de las cantidades de materias primas y de sus precios (inducido respectivamente por 1.- la menor inversión china y 2.- la caída de los mercados internacionales de commodities) debería ayudar a ello, pero que las cifras del sector exterior del gráfico sean realistas, es otro foco de escepticismo sobre la verdadera marcha de economía de China.
El pinchazo en curso de 1) la enorme burbuja inmobiliaria y de 2) el excesivo nivel de deuda en el que había incurrido el tejido productivo chino (generando una posible gran burbuja de empresas sin tasa se retorno suficiente para pagar intereses y quizás ni el principal de las deudas) es lo que, se tiene que suponer, está detrás de la gran disminución de la inversión en el PIB de China que se muestra en la barra del año 2015 del gráfico.
En resumen, las autoridades chinas (como es sabido) están queriendo pinchar las grandes burbujas que se habían creado en su país estos últimos años. Pero para evitar la aparición de paro y la consiguiente recesión económica, se han propuesto desesperadamente que el crecimiento económico y la tasa de actividad la sostenga el consumo interno (sin incurrir en déficits por cuenta corriente).
Ese intento de que fuera el consumo el que tomara el protagonismo en el crecimiento del PIB, es lo que hubo detrás del fuerte impulso a las bolsas que dio el gobierno chino hace un año. Querían que muchos ciudadanos se metieran en una bolsa alcista para incrementar su sensación de riqueza y así estimularles a que consumieran: lo que en economía se conoce como Efecto Riqueza.
En ese contexto se entiende la gravedad de lo que ocurre con las bolsas en China. Los fundamentales de la economía pueden ser peores de lo que la gente y empresas creían, lo que les habría llevado a disminuir la actividad más de lo esperado anteriormente por las expectativas decrecientes y el miedo a insolvencias. Eso hace que, por ejemplo, muchas de las empresas salidas a bolsa no fueran una buena inversión, iniciándose la retirada de dinero de las bolsas y anulando el Efecto Riqueza a los consumidores que esperaban las autoridades.
El temor es que el crecimiento económico sea sensiblemente inferior al que muestra ese gráfico, generándose paro y la aparición de capacidad ociosa, uniéndose ello al pinchazo de varias burbujas de inversión que podrían ser el origen de una muy grave crisis de deuda. Es decir: la antesala de una grave recesión o incluso una depresión, si no se toman medidas económicas extremas en caso de seguir empeorando el panorama y materializarse el runrún que hace un tiempo persigue a la economía china.
En conclusión, lo de las bolsas no es tan importante aisladamente, lo importante es si el cambio de modelo de crecimiento económico (de pasar de la inversión al consumo) se está produciendo éxitosamente o no, porque el pinchazo de las burbujas de inversión unido a una caída del consumo, llevaría a la recesión, el paro y una crisis de deuda a la griega o española.
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