domingo, 5 de abril de 2015

Irán y la guerra híbrida contra Arabia Saudí.

(Mapa religioso de Oriente Medio)

Desde hace algunos meses la crisis yemení, en privado, había captado mi atención y honda preocupación, ya que entendía que no era la enésima crisis que habíamos estado viendo desde 2011 para derrocar a Saleh y hacer una transición pacífica en Yemen, o algo similar a las crisis anteriores de guerras contra un marginal movimiento Houthi o de drones matando a militantes de Al Qaeda. Al contrario que la mayoría de analistas, veía que esta crisis iba a degenerar en una guerra civil por controlar todo el país, que esa guerra civil desencadenaría una intervención saudita (algo que prácticamente ningún analista esperaba) y que la intervención saudita forzaría a que Irán comenzara una guerra híbrida (o como prefiero decir: agresiones y estrategias indirectas) en las zonas chiíes de la Provincia Oriental (donde son mayoría), aunque probablemente fuera algo tendrían planeado de antes.

Esa cadena de acontecimientos fue algo que dejé escrito en otros foros antes de retomar este blog. Yemen, estratégicamente, es mucho más importante que Siria, Irak y Líbano juntos. Que Irán pudiese organizar un Hezbollah gigante (movimiento Houti) justo en el estrecho de Bab el-Mandeb, a un tiro de piedra en carretera de la Meca, Medina y Jedda (y el oleoducto occidental que desemboca ahí), con población común en la frontera sur que pudiera sublevarse, teniendo Arabia Saudí un ejército compuesto en su mitad por yemeníes, etc, era inaceptable para la casa Saud. Los Houtis gobernando Yemen son un puñal en la garganta de Arabia Saudí. En realidad serían algo más que un puñal, serían misiles balísticos, aviones, cohetes, etc, que llegarían de Irán con los que presionar a los saudíes o directamente atacarlos. Como un Hezbollah gigante capaz de desatar una guerra por el conflicto de turno futuro.

Con un Hezbollah gigante en el sur saudí, el movimiento obvio por parte de Irán era montar desde Basora y las propias costas iraníes, una guerra híbrida en la Provincia Oriental de Arabia Saudí (de mayoría chií). En esa provincia se extrae y procesa casi todo el petróleo de saudita, por lo que pondría casi en jaque mate a la monarquía de los Saud, al amenazar con cortar su única fuente real de ingresos no financieros. Ante una revuelta y crisis humanitaria en Qatif y la Provincia Oriental, el Yemen de los Houtis exigiría el cese de la represión y que se respetase los derechos humanos de la mayoría chií de la Provincia Oriental. Como el gobierno saudita no podría permitir tal cosa ya que significaría la secesión de facto y la pérdida de sus riquezas, el Yemen de los Houtis comenzaría en represalia a hacer incursiones terrestres en la frontera sur saudita, promover insurreciones en las provincias del sur, en sus fuerzas armadas, atacar con cohetes y misiles la población del reino y el tráfico petrolero en la medida de sus posibilidades, etc. Es decir, el repertorio de Hamas o Hezbollah contra Israel pero a una escala muchísimo mayor.

Los saudíes vieron esa jugada como yo también la vi. Por eso estaba convencido, en contra del consenso casi unánime de analistas, que habría guerra civil a gran escala en Yemen y que habría intervención saudita. Tengo para mí, que los iraníes no esperaban la intervención de Decisive Storm, y que la intervención ha alterado el tiempo en el que esperaban realizar sus planes. Ellos esperaban controlar Yemen de forma relámpago y luego, unos meses o un año más tarde, comenzar lo de la Provincia Oriental.

Los saudíes temían que Houtis/Saleh se hicieran con el control de todo Yemen desde hace meses. De hecho en febrero pedían a Pakistán publicamente que desplegara tropas en Arabia Saudí para una coalición anti iraní. Y estos últimos días se han filtrado las conversaciones que tuvo el rey Salman con Saleh y otras personalidades yemeníes, donde les advirtió que tomar Taiz era un casus belli. Se dice que Saleh (ante la gravedad de la situación) ofreció a los saudíes hacer un golpe contra los Houtis a cambio de inmunidad, pero no se comprometieron y la suerte quedó echada (oportunidad perdida para los saudíes).

La intervención saudí con Decisive Storm alteró los planes iraníes hasta el punto que, una intervención terrestre, aún con todos sus grandes riesgos para el reino de Salman, los saudíes podrían deponer a los Houties en Yemen y echar por tierra los planes que a su vez tenían los iraníes de deponer a la monarquía saudí. Ahora Irán debe acelerar sus planes de llevar una guerra híbrida en Qatif y la Provincia Oriental.

Hay que tener presente que Arabia Saudí afirma que para Decisive Storm moviliza 150.000 soldados. Si tenemos en cuenta que tiene un Ejército de 75.000 y una Guardia Nacional de 100.000, queda claro que llegado el caso lanzarán todo lo que tienen. Lo lógico, sería que Irán promueva revueltas y mande hombrecillos marrones en guerra híbrida a Qatif, para así retraer recursos terrestres saudíes de una potencial ofensiva en Yemen a la seguridad interna de la Provisión Oriental.

Dicho y hecho. En los últimos días estuvieron circulando informaciones y rumores de que Irán entrena a chiíes sauditas junto a Hezbollah y que está enviando armas y explosivos (y combatientes) a la Provincia Oriental. Hoy han habido fuertes tiroteos en esa provincia. Probablemente sólo sean operaciones contraterroristas para suprimir la inminente amenaza híbrida que Irán organizó a toda prisa. Por lo que tras las represiones y detenciones actuales, y a medida que los iraníes vayan entrenando a más saudíes chiíes (además de los voluntarios iraquíes de las milicias chiíes), la situación de guerra híbrida probablemente empeorará.

Si la guerra híbrida iraní en la Provincia Oriental tiene éxito y los saudíes no son capaces de ganar de forma más o menos rápida en Yemen, la propia Arabia Saudí podría desaparecer y entrar en un proceso de gran inestabilidad interna como ya ha pasado en Irak, Siria, Libia o Yemen. Y si eso ocurre, estaremos en un proceso de crisis para la seguridad mundial sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Atentos, pues, a la guerra en Yemen y lo que pueda pasar en Qatif y la Provincia Oriental en las próximas semanas y meses. La estabilidad mundial depende de ello.


7 comentarios:

  1. Muy interesante tu comentario, pero Irán, ¿puede realizar ese esfuerzo militar, teniendo en cuenta que su economía está tocada por las sanciones y que su estructura social es más democrática, que las petro-monarquías?

    Una cosa es realizar operaciones de entrenamiento y apoyo a las milicias chiies en Líbano, Siria e Irak y otra apostar por una escalada bélica con Arabia Saudí, aunque sea en un plano "híbrido". Arabia Saudí ha comprendido la gravedad y va a movilizarse y solicitar a todos los que les deben favores que pasen por el Yemen.

    La joven sociedad Iraní no está mentalizada para ese esfuerzo, creo yo. No creo que hay mentalidad de martirio, como en la primera guerra del golfo con Irak. Solo si Arabia Saudí comete la estupidez de atacarles directamente o de exterminar a los Houtis podría generarse esa unidad política para una guerra con la Sunna.

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    2. La guerra híbrida suele ser poco intensiva en material o grandes plataformas (carros de combate, helicópteros, artillería, etc) así como en recursos humanos. Aunque la guerra híbrida puede cobrar muchas formas y es un término poco preciso, a priori es una combinación de medios regulares e irregulares, de guerrilla y operaciones militares convencionales, etc, tiene un énfasis muy fuerte en lo irregular y lo guerrillero, mezclado con el terrorismo y fuertes dosis de propaganda y agitación política. Por ello no es una guerra cara, especialmente comparada con campañas militares convencionales, en el que se moviliza grandes cantidades de material pesado y personal.

      Básicamente es lo que ha hecho Irán con Hezbollah o las milicias chiíes de Irak, o lo que promueve Rusia en Ucrania. "Sólo" necesitan un puñado de millones de dólares (algunos cientos como mucho) y armas de infantería (misiles antitanque, morteros, fusiles de asalto, explosivos, etc. Se lo pueden permitir de sobra.

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  2. Conozco perfectamente la doctrina de la guerra híbrida, pero disiento en parte. Una campaña terrorista fomentada por Irán no va a suponer una amenaza existencial para Arabia Saudí.

    Teniendo en cuenta el poco respeto por los derechos humanos, la capacidad de movilizar personal y de derivar recursos de inteligencia, dudo que a corto o a medio plazo Irán pueda suponer una amenaza en la propia Arabia Saudí.

    Una campaña de guerrillas tiene el inconveniente de que no hay una retaguardia segura para los elementos que pueda movilizar Irán. Hetzbollah tiene el Líbano, los rebeldes ucranianos, Rusia, etc.

    Aunque las fronteras del desierto pueden ser porosas, o incluso el golfo Pérsico no es un trecho de mar precisamente muy complicado de atravesar, suponen dificultades importantes para movilizar recursos para una guerrilla que requerirá de ellos en una campaña dura y larga.

    La campaña "publicitaria" Iraní la tiene perdida entre la sunnies, al contrario que la Rusa, que tiene en los extremos políticos europeos personajes dispuestos a apoyarla y difundirla. Tampoco creo a los lideres Saudies capaces de respetar la radiodifusión de cualquier cadena que disienta de su "visión" de las cosas.

    Solo cayendo el sur de Irak y Bagdad totalmente en manos Iraníes podría desarrollarse una guerrilla con éxito, pero por eso está el revivido "Califato" o las tribus Sunnies para impedir el flanqueo de los chiitas.

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    1. Bagdad y Basora ya están en manos de Irán. Irán ha formado milicias chiíes en el sur de Irak sumando decenas de miles de combatientes. En la batalla de Tikrit hace unas semanas se pudieron ver los T-72 que les mandó el gobierno iraní e incluso el frente fue visitado por el general Soleimani (comandante de la Fuerza Qods). Así que ahí lo tienes ;)

      Respecto a la campaña propagandística, recordar que la mayoría de la población de la Provincia Oriental (de lo que habla el post) es de mayoría chií y está bastante oprimida. Cada poco hay revueltas. Esa provincia produce la práctica totalidad del petróleo saudí. Así que simplemente hay que sumar uno y uno.

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  4. Quizás por eso la apuesta saudí de impermeabilizar la forntera con Iraq. Quizás no sea contra el EI sino contra Irán.

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