Lejos quedan los tiempos en que desde Estados Unidos, en el año 2006, académicos de las relaciones internacionales alertaban de un peligroso desequilibrio estratégico a favor de Estados Unidos, que podría evaporar el régimen de seguridad mundial basado en la Destrucción Mutua Asegurada (MAD). El debate fue desatado por el artículo, The End of MAD? The nuclear dimension of the U.S. supremacy, publicado en International Security. Los que alertaban de ese peligroso desequilibrio, señalaban que los programas de modernización de la fuerza estratégica nuclear americana, y el despliegue cuantitativo, hacía que el desvencijado y menguante arsenal ruso, fuera cada vez más vulnerable a un primer ataque que lo destruiría. Esto desató una fuerte contestación a tales tesis sostenidas en el citado artículo, "The End of MAD?". Fueron muchas veces críticas airadas, como esta de varios prestigiosos académicos en la prestigiosa Foreign Affairs, o de esta otra en la China Security.
Pero lo cierto, es que la superioridad americana era palpable e indiscutible (sólo discutiéndose si eso podía acabar con el entorno MAD), el declive ruso imparable y las capacidades chinas realmente ínfimas. Añadiendo a lo anterior el fuerte impulso a la Defensa Antimisiles de la era Bush, y que el propio Bush rompió las negociaciones con Rusia, dejando expirar el START, quedando en consecuencia como único marco el muy difuso, escueto y discutible tratado SORT, a veces llamado el Tratado de Moscú. Eso llevó a los rusos al borde de la histeria, como relatábamos en este blog en su día (Una Defensa Antimisil Justificable ; Seguridad Estratégica y Rusia). Pero finalmente Obama aligeró mucho el desarrollo y despliegue de la Defensa Antimisil, y llegó a un acuerdo con los rusos para reequilibrar el balance nuclear, reduciendo la fuerza americana e igualándola a Rusia. Claramente Obama ha adoptado una postura mucho más conciliadora y ha decidido reducir sus capacidades para mejorar el clima de seguridad mundial, lo que facilitaría la negociación y la toma de acuerdos con la otras Grandes Potencias, favoreciendo así la cooperación y no el conflicto (algo que critiqué en esta entrada). Esta reducción de armamento estratégico queda patente en las cifras del documento que comentamos a continuación.
Dentro de los datos que más llamaron mi atención están lo siguientes. En 1990, los Estados Unidos tenía desplegados más de 12000 cabezas nucleares estratégicas, y 1875 vectores (submarinos balísticos, misiles balísticos intercontinentales, bombarderos pesados estratégicos). En julio de 2009, en consonancia con el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) tenía 5916 cabezas nucleares y 1188 vectores. Para finales del año 2012, y adecuándose a la los límetes del Tratado de Reducción de la Ofensiva Estratégica (Strategic Offensive Reducittion Traty), también conocido como Tratado de Moscú (2002), los Estados Unidos tenía desplegadas operativamente solamente 1968 cabezas a diciembre de 2009. Y según el nuevo tratado START firmado el 8 de abril de 2010, las fuerzas nucleares de ambos países no deberá superar las 1550 cabezas de guerra.
Obama, sin hacer mucho caso de su discurso de Praga de un mundo libre de armas nucleares, aprovó la Revisión de la Postura Nuclear de 2010 en la que se afirma que, "el papel fundamental de las armas nucleares de Estados Unidos, que seguirán estando tanto en cuanto existan las armas nucleares, existen para disuadir un ataque nuclear sobre los Estados Unidos, o sus aliados y socios". Y en el presupuesto para el año fiscal de 2011, están planeados programas de adquisición que permitan modernizar la fuerza.
En el apartado de misiles me llamó la atención que el programa para reemplazar las cabezas y los vehículos de reentrada de los misiles Minuteman III (de los Mk12/W62 y MK12/W78 al MK21/W87) se terminará en el año 2012. También que los silos de los misiles Peacekeeper (MX) se mantendrán intactos, aunque sin misiles, y que si bien bajo el tratado START I eso hacía que se contara las cabezas como existentes, no era el caso en el tratado SORT, pero volverá a ser el caso en el nuevo START, siempre que las partes puedan demostrar que los silos no pueden ser utilizados.
En el apartado de submarinos no hay demasiadas novedades. Lo que más llama la atención, quizás, es la parálisis en el despliegue de las cabezas convencionales dentro de los Tridente. Hace años se apostaba por desplegar 2 misiles Trident con dos cabezas no nucleares cada una, en cada uno de los submarinos estratégicos (dando un total de 96 cabezas). Este programa se enmarca dentro del desarrollo del Prompt Global Strike (capacidad de atacar cualquier parte del globo con armas no nucleares en menos de una hora).
En la sección de bombarderos, lo más reseñable quizás, el el debate sobre los Planes para el Bombardero Futuro. La raíz de la disputa viene de que el futuro bombardero, podría formar parte de los PGS o Prompt Global Strike. Y como el desarrollo de sistemas hipersónicos y misiles también forma parte del esfuerzo en el desarrollo del PGS, hay personas, como el anterior mando del STRATCOM, el general Cartwright, que abogaban por unir ambos programas y evitar así redundancias y sobrecostes. Pero por otra parte, personas como el antiguo Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el general Michael Moseley, preferían mantener separados los programas. Esta última corriente de opinión se sustenta en que el diseño de las armas para cada una de esas misiones son muy diferentes. En el caso del futuro bombardero, debería ser una aeronave con "persistencia, capacidad de supervivencia y capacidad de penetración", mientas que para el PGS es el de "un arma Standoff muy, muy rápida". Corriente que triunfó en mantener separados los estudios en 2006.
En mayo de 2007, la Fuerza Aérea indicó que había dicido que la próxima generación de bombarderos debería ser subsónica y tripulada, en contraposición la capacidades hipersónicas y no tripuladas de un típico arma para misiones PGS. En 2008 también se habló de que el bombardero bien podría capacidad para transportar armas nucleares.
Sin embargo el 6 de abril de 2009, Robert Gates supendió el programa hasta que se aclarasen mejor las necesidades (?¿), cuando se publicase la Revisión Cuadrienal de la Defensa y la Revisión de la Postura Nuclear. Gates, también afirmó en octubre de 2009, que la nueva aeronave serviría tanto como bombardero como para avión de reconocimiento (que para lo que entienden de esto, significa que sería una nave muy veloz y vuele a gran altura, probablemente no tripulada, contradiciendo a lo que decía la Fuerza Aérea en 2007 respecto a un bombardero subsónico y tripulado).
Leyendo el papel de Amy Woolf, queda patente que Estado Unidos no se desarma nuclearmente, pero sigue una política nuclear conservadora, de equilibrio, en contraposición a buscar la primacía frente a los rusos y el resto del mundo. Esta postura es algo que como próximo a las tesis neoconservadoras de política exterior no me gusta, pero también admito las virtudes de dicha política, esto es, la búsqueda de la estabilidad y el equilibrio estratégico. Y este ha sido el signo de lo política exterior de Obama, el conservadurismo, la búsqueda de la estabilidad, el acuerdo con la Grandes Potencias. Algo que también hemos visto en el tenue apoyo a las revueltas árabes, muy alejado del activismo de Cameron o Sarkozy. Pero esta política quizás comience a cambiar a partir de la semana que viene, en un discurso programado para la próxima semana, y que algunos anticipan como de apoyo más activo a las revueltas. Esto significaría el cambio de política hacia promover cambios de régimen.
Muy buen artículo. Resumido pero muy claro. Sigue así.
ResponderEliminarMuchas gracias Dani.
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