Conferencia de Sverre Logdaard sobre la relación entre el Deserarme y la No Proliferación. La ponencia está grabada en el Centro de Estudios de No Proliferación (CNS) James Martin, que forma parte del Monterey Institute. El CNS y el Monterey Intitute, tienen un magnífico canal en Youtube, donde hay abundantes y muy buenos debates y conferencias sobre asuntos de Seguridad Internacional.
En este enlace puede leerse un artículo del mismo autor, que trata sobre el mismo tema que la ponencia.
El asunto puede resumirse de la siguiente manera. Las naciones se arman con explosivos nucleares por motivos de seguridad nacional, para asegurarse de las amenazas exteriores mediante un poder superior. Pero los países rivales, para responder a la sensación de inseguridad que produce dicho desequilibrio, se dotan a su vez de esas armas nucleares. Y a su vez los países rivales de los anteriores también hacen lo mismo. Consecuencia de esto, es que para sentirse seguros, los países se van dotando de armas cada vez más sofisticadas y de un mayor número. Es decir, una típica dinámica de carrera de armamentos, con sus elementos de proliferación vertical (aumento del número de armas y su sofisticación) y la horizontal (aumento del número de países con armas). Al final del proceso tenemos a muchos países armados hasta los dientes (cuestión diferente es si esto hace más seguro o inseguro al sistema internacional).
Para evitar dicha proliferación, las Grandes Potencias del momento (los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU), decidieron impulsar el TNP (Tratado de No Proliferación Nuclear), además de otros tratados. Pero en el fondo esto sólo responde al interés común entre ellas, para garantizar que sólo las Grandes Potencia tuviesen esas armas, excluyendo al resto.
Pero esto no ha sido posible, e Israel, India, Pakistán, Corea del Norte o Siria, se han dotado o están cerca de dotarse con estas armas. Es decir, el proceso descrito dos párrafos más arriba no puede congelarse, teniendo como únicos estados posibles el avance en la proliferación o la de su regresión. La relación entre Desarme y No Proliferación es esa, la de invertir aquel proceso, mediante reducciones paulatinas y verificables de los arsenales. La No Proliferación sólo es posible en un entorno de progresivo Desarme.
Para evitar dicha proliferación, las Grandes Potencias del momento (los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU), decidieron impulsar el TNP (Tratado de No Proliferación Nuclear), además de otros tratados. Pero en el fondo esto sólo responde al interés común entre ellas, para garantizar que sólo las Grandes Potencia tuviesen esas armas, excluyendo al resto.
Pero esto no ha sido posible, e Israel, India, Pakistán, Corea del Norte o Siria, se han dotado o están cerca de dotarse con estas armas. Es decir, el proceso descrito dos párrafos más arriba no puede congelarse, teniendo como únicos estados posibles el avance en la proliferación o la de su regresión. La relación entre Desarme y No Proliferación es esa, la de invertir aquel proceso, mediante reducciones paulatinas y verificables de los arsenales. La No Proliferación sólo es posible en un entorno de progresivo Desarme.
Evidentemente esta es una visión mecanicista, materialista y sistémica u holística (funcionalista) de las Relaciones Internacionales, una visión que es muy criticable en sus fundamentos teóricos. No critico que se alcancen acuerdos concretos de control y limitación de armamentos, de reducción y de desarme. El destino de la humanidad no es el belicismo ni el militarismo. Pero el fundamento teórico de la Seguridad Internacional no es el de un mecanismo determinista, ya sea en uno de los sentidos (carreras de armamentos) como en el otro (Desarme). Y no es que no exista dicho mecanismo, ya que es esencial para comprender la política internacional, algo a lo que habitualmente se le llama el Equilibrio del Poder. Lo que dicho mecanismo no es un ente con vida propia.
Pero el verdadero problema de esta visión de las Relaciones Internacionales, es que además mecanicista, materialista y holística o global, es a la vez una visión idealista. Es decir, es mecanicista porque se basa en una concatenación de acciones y reacciones, que llevan tanto a la proliferación y a la carrera de armamentos, como a su reverso, el desarme; es materialista porque se sustenta en el número y las caractarerísticas del armamento; es holística porque se basa en una visión compartida de la seguridad de todos los países (la inseguridad de mi rival es mi inseguridad, no adquirir armas, no amenazar, disponer de medidas de verificación es darme seguridad) y es idealista porque se fundamenta en cuanto cree en la existencia de un interés universal y común a todos los países. Y es este último punto el verdareramente criticable, ya que responde a eso, a un vulgar idealismo.
Ese último punto presupone que tanto Corea del Norte, China, Rusia, Taiwán, Estados Unidos, Irán, Arabia Saudita, Israel, etc, todos tienen el mismo interés. ¿Y cuál es sería ese interés? pues naturalmente la paz, único interés verdadero y común a todos los países. No existirían en verdad, los intereses particulares de cada una de esas potencias existentes. Es decir, Estados Unidos no estaría interesados en contrarrestar la expansión del islamismo y la influencia de Irán; Irán no tendría intereses verdaderos en expandir su influencia por el golfo pérsico; ni Rusia en conservar su influencia en el espacio exsoviético de la Comunidad de Estados Independientes. No existirían los intereses particulares, unos intereses particulares que muchas veces (no todas) entran en conflicto entre si. Lo único que importaría es que todos habitan el mismo planeta y respiran el mismo aire, por lo que todos querrían vivir en paz, para tener un futuro para si mismos y para sus hijos.
Efectivamente, Bin Laden, Stalin, Hitler, Bush, Napoleón, César, Vercingetorix y el rey zulú Shaka, todos querían la misma cosa. Pero lo ocurrido tras el Pacto de Munich dejó claro que Hitler y Chamberlain no tenían los mismos intereses, porque la vida es así. Las personas tienen intereses distintos, y son esos distintos intereses (formados por nacionalismo, religión, dinero, etc), además de la estructura anárquica del sistema internacional, los verdaderos fundamentos de la inseguridad internacional. Hitler no buscaba la paz a cualquier precio, como Chamberlain, sino la preponderancia en Europa, algo que la enfrentaba al Imperio Británico ya se decidiera luchar por Checoslovaquia o por Polonia.
Y como se ha demostrado hace sólo unos días en el propio Consejo de Seguridad, China está apoyando el programa nuclear norcoreano y el tráfico de material industrial nuclear y de misiles entre Corea del Norte e Irán. Porque le interesa tener a Corea del Norte como estado tapón respecto a Japón y Estados Unidos, y a Irán como suministrador de petróleo y contrapeso a Estados Unidos en el golfo pérsico. Y qué mejor manera de defender ese interés, que fomentando que dichos países se doten de armas nucleares para hacerlos intocables respecto a Estados Unidos.
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