Hace unos días, una noticia del El País, transcribía un artículo del New York Times, en el que se afirmaba que un ataque de Israel a Irán no sería muy efectivo y sólo lograría producir una gran tensión internacional. Podría decirse que el artículo es en buena medida correcto, y se corresponde con lo que en su día dijo el antiguo jefe del Mossad. Cierta opinión había por aquellos días, de que Israel en verdad se preparaba militarmente para el hecho consumado de un Irán nuclear, renunciando al ataque preventivo, y que basaría su política de defensa en la creación de una fuerza nuclear de segundo ataque (con la que disuadir un primer ataque iraní contrafuerza). En tal caso, Israel dejaría descansar en el incremento de las sanciones internacionales (y quizás en un postrero ataque de EEUU) las esperanzas de persuadir a Teherán, de que se haga con armas nucleares.
Teniendo en cuanta esto, el incremento de la hostilidad en la retórica israelí, bien podría corresponderse más a una guerra de nervios contra Irán, que a una amenaza auténtica de ataque. Aunque por otro lado, las noticias de prensa desde hace un tiempo, hablan que Netanyahu y parte de la cúpula política israelí, realmente está a favor de tal ataque, en contra del criterio más conservador de militares y especialistas. Por otro lado, en Irán la sensación en la calle es que el régimen da por hecho un ataque militar inminente, y que está preparando a la población psicológicamente para la guerra. Con todo esto sobre la mesa, quizás sea conveniente el rescatar el viejo, pero parece que aún vigente, artículo Osirax Redux.