El libro está escrito tras la guerra entre Israel y Hezbolá del año 2006. Y recoge todas las lecciones aprendidas por ambos lados. Tanto por Israel, como por Siria, que desde entonces enfocó su política militar a simular las tácticas irregulares de Hezbolá, como la única opción (un tanto vana) para enfrentar una agresión israelí.
El gasto militar israelí, le ha permitido irse modernizando durante los años de las décadas de los 90 y 2000 de forma constante, mientras el gasto de países rivales y de su entorno, como Siria, se desmoronaba dicho gasto (ver tabla de la página 58 y los gráficos de las siguientes páginas), o como en el caso de Irak, que desaparecía cualquier tipo de amenaza tras ser invadidos en 2003. Israel también adaptaba su doctrina militar a los nuevos adelantos tecnológicos, reenfocando las adquisiciones de nuevo material y el entrenamiento a dichas realidades.
Debido al enorme desequilibrio tecnológico en áreas armamentísticas claves, y en doctrina militar, entre Israel y el resto de países vecinos, toda confrontación sería casi necesariamente un escenario bélico "asimétrico". Esta superioridad tecnológica israelí, básicamente se circunscribe a los aspectos del C4ISTAR, el proceso OODA, las municiones de precisión, la superioridad aérea, y la superioridad en guerra electrónica. Con ello, cualquier ofensiva mecanizada a gran escala contra Israel, se enfrentaría a una campaña de interdicción, e interdicción sobre el campo de batalla, de una contundencia devastadora. Tal y como les ocurrió a los iraquíes en 1991 contra EEUU, en su invasión del territorio de Arabia Saudí en la Ofensiva de Ras-al-Khafyi. En dicha ofensiva, tres divisiones acorazadas y mecanizadas iraquíes, planeaban invadir un área del norte de Arabia Saudí, para provocar así una batalla mecanizada con las fuerzas de coalición, intentando producir con dicha maniobra considerables bajas aliadas (y en éxito mediático), para así hacer que disminuyera el apoyo popular a la guerra en EEUU. Pero las columnas iraquíes (que burlaron a los satélites americanos), tras ser detectadas por aviones JSTARS (además de por puestos avanzados y patrullas), fueron machacadas por bombarderos pesados B-52 y otros aparatos. Dejando impresionante escenas, en las que podían verse decenas y decenas de vehículos acorazados iraquíes destruidos o abandonados. Las partes de la ofensiva iraquí que lograron sobrevivir a este primer ataque aliado, fueron fácilmente confrontadas y rechazadas por el apoyo aéreo cercano, la artillería, y los helicópteros de ataque. Cuando no simplemente detenidas por patrullas en LAV de Marines armadas con misiles antitanque, o por carros AMX-30 qataríes combatiendo contra carros iraquíes (T-55). Actualmente, un asalto de similares características, realizado por una fuerza también tecnológicamente atrasada (en esos aspectos del C4ISTAR, etc), y sin superioridad aérea, enfrentaría una respuesta mucho más mortífera debido a los grandes avances en detección, adquisición de blancos, municiones de precisión, etc, habidos desde 1991. Algo que pudo comprobarse totalmente en las fases iniciales de la guerra de Libia de 2011.
En cuanto a las fuerzas de choque y en combate directo, la única capacidad blindada que podría oponerse a Israel (con sus Merkava IV y V, MAGACH, etc), sería la abundante cantidad de M1A1 de Egipto (contrarrestada por la superioridad aérea y en RMA israelí). El resto de fuerzas acorazadas de la región están claramente desfasadas respecto a Israel en el control de tiro, elementos de visión, blindaje, potencia de fuego, etc.
La única opción que les queda a los adversarios de Israel, es la de plantear una guerra de baja intensidad y una campaña de coerción (una guerra asimétrica) en respuesta a una agresión israelí (nadie en la región plantea que algún vecino de Israel se atrevería a lanzar una agresión directa). La agresión israelí estaría motivada por: 1) impedir el desarrollo de armas de destrucción masiva (como cuando atacó a Siria en el año 2007 en la Operación Huerto para destruir su programa nuclear), 2) para perseguir y castigar agresiones indirectas y terroristas, o 3) lanzar un ataque preventivo contra Egipto e invadir el Sinaí, si al final se desestabiliza del todo ese país, y alguna facción anti-israelí, y que no respetase los compromisos internacionales, tomase el poder.
La forma que adoptaría dicha campaña de coerción contra Israel (tal y como muestra el primer vídeo, y describe el libro citado al comienzo), corresponde a grandes rasgos con las recientes guerritas de Líbano en 2006 y Gaza en 2009. En el apartado de la campaña de coerción, la parte árabe atacaría con cohetes y misiles balísticos los centros de población israelíes, para forzar al gobierno israelí a abandonar intereses no existenciales (en el caso de Gaza, el control de la fronteras, aguas y espacio aéreo de dicha franja). La parte israelí, en consecuencia, se centraría en la defensa antimisil para destruir la mayor parte de dichos ataques, la destrucción de las plataformas de lanzamiento, y las represalias contra la infraestructura civil enemiga, e incluso contra sus núcleos de población (previo lanzamiento de octavillas para minimizar bajas civiles, como en la guerra de Líbano del 2006), tal y como prescribe la Doctrina Dahiya (destrucción del barrio chií de Beirut, como represalia a los ataques de Hezbolá contra el norte de Israel), que se aplicaría con un éxito tremendo, y cruel, en Líbano 2006 y Gaza 2009.
Como muestra el segundo vídeo, y describe el libro, en la campaña propiamente militar (destrucción de la fuerza enemiga para luego poder controlar un territorio), la parte árabe, adoptaría una forma táctica irregular. Estaría basada en furgonetas pick up haciendo emboscadas con misiles anticarro, IED, EFP, búnkeres en los caminos de uso probable, la guerra urbana; y el lanzamiento de cohetes (morteros, etc) contra las bases y campamentos israelíes mediante fuerzas irregulares infiltradas. De este modo se negaría el terreno y la liberta de acción a Israel. El lado israelí se basaría en aparatos UAV para la detección y la seguridad, y en dispositivos de adquisición de blancos instalados en vehículos terrestres y aéreos. Los fuegos de apoyo se basarían en munición inteligente (Lahat, Jumper, etc), tanto para decidir el choque y el combate,como para emplearlo como fuego de contrabatería. Aunque no salga en los vídeos, también se haría uso de sistemas de blindaje activo (tipo Trophy) para protegerse de misiles anticarro, de transportes acorazados de personal super pesados (Namer, Achzarit, etc) y sistemas C-RAM para defender las bases y campamentos. El dispositivo convencional y regular enemigo, sería destruido y desgastado mediante ataques aéreos y de munición de precisión, y detectado por diferentes tipos de plataformas aéreas.
En el caso que el conflicto siguiese escalando de la baja intensidad, las formas irregulares y sobre intereses y amenazas no existenciales, a una confrontación de alta intensidad, fuerzas regulares, y de intereses y amenazas existenciales (como un ataque nuclear, radiológico, electromagnético, químico o biológico contra el área de Tel Aviv, donde se concentra la mayoría de la población israelí), la capacidad disuasiva israelí es también muy superior a la de cualquier país de su entorno. Además, Israel también posee de una creciente capacidad antimisil. Esto negaría cualquier tipo de uso razonable a las potencias árabes de su arsenal de destrucción masiva. Israel también posee armamento nuclear táctico (y programas químicos y biológicos) para controlar todas las fases de la escalada, en caso de un intercambio (de destrucción masiva).
En resumen, la política militar de Israel, debido a que ha dejado de enfrentarse a amenazas existenciales (provenientes de arsenales convencionales o de destrucción masiva), ya no se sustenta en la ofensiva, que se basaba en el ataque preventivo, y la guerra regular y de maniobra. Actualmente, su política militar para confrontar a su entorno geográfico inmediato (otra cosa es Irán), pasa a residir en la defensiva, basada en la represalia, la coerción, la defensa antimisil (y de morteros, obuses, etc), y en combatir en una guerra irregular que le impida dominar ciertos territorios en los que le interese adentrarse, a la vez que en poder barrer del mapa con relativa facilidad la fuerza convencional terrestre enemiga.
Respecto a Irán, la política militar a seguir por Israel es objeto de fuerte controversia entre la élite de israel, y ya ha sido tratada en varias ocasiones en este blog (La "vana" esperanza de las sanciones para disuadir a Irán, Israel se prepara para contrarrestar la bomba atómica iraní, Defensa Antimisil y la Disuación de Israel contra un Irán Nuclear).
Muy interesante. Como casi todo lo que pones. Ya ni me acordaba de la batalla de Khafji, pero hoy día nadie sería tan tonto como para presentar tantos blancos jajjja
ResponderEliminarYa te digo jajajaja. Para mi Khafji es la primera batalla de la época RMA enfrentándose formas de guerra más típicas del siglo XX. Así volvió a ocurrir en Libia. Y para evitar ello, se escondieron los Serbios en 1999, aunque ello dejara entonces con libertad de acción para maniobrar a placer a los aliados y lograr éxitos locales al permitirles obtener superioridad numérica local, enbolsamientos, etc.
EliminarY precisamente, para evitar se destruidos a los Khajfi 1991 o a lo Libia 2011, los rivales de las potencias avanzadas tecnológicamente han de recurrir a lo que se ve en el vídeo y describe someramente la entrada del blog, como última y pequeña esperanza para vencer... o por lo menos no ser derrotados miserablemente.
Es lo mismo que pasaría en Irán caso de invasión terrestre. Sus fuerzas convencionales serían barridas. Como mucho podría intentar escudarse en las ciudades y la población civil.
ResponderEliminarOtra cosa sería la ocupación del país.
Bueno, si invadieran el país, o segmentos de su territorio, tras la campaña convencional y regular (en el caso que la hubiera), tendrían que plantear una resistencia como la del primer vídeo, en plan Hezbolá. Aunque personalmente tengo muchas reservas en cuanto a refugiarse en ciudades como opción viable. Tiene muchas desventajas, aunque algunas ventajas también para el enemigo asimétrico. Quizás las enumere en una entrada, me has dado una idea. Gracias Dani ;)
EliminarPero la guerra contra Irán, probablemente sea un calco del primer vídeo. Pero en vez de Israel, serían los países árabes del golfo, con EEUU tratando de defenderlos de los ataques iraníes (destruyendo sus misiles balísticos y antibuque, sus barcos, sus aviones y sus bases y cuarteles generales). Además, a ello se añadiría una guerra de convoyes navales y de minas.
Con lo de las ciudades me refería a meter las unidades militares en zona urbanizada y retar a las fuerzas occidentales. "Venid a sacarnos de aquí si teneis cojones" "Qué esto está lleno de posibles bajas colaterales". Obviamente pesando que "el pueblo" apoyara la resistencia, no como en 2003 en Bagdad.
ResponderEliminarSobre los árabes invadiendo y USA solo apoyando........... Las fuerzas árabes han mejorado mucho desde 1991, pero no se si estarían a la altura. Sobretodo porque lo que han mejorado principalmente han sido las OE's pero para invadir Irán haría falta fuerzas convencionales.
Estamos de acuerdo en lo de las ciudades, crear stalingraditos. Pero esa técnica tiene unos inconventientes bastante grandes, que creo podrían ser fácilmente explotables por una fuerza regular invasora.
EliminarLos árabes no van a invadir Irán. Es decir, como bien señalas no tienen ni la capacidad, y mucho menos la intención, de hacerlo. La guerra sería una guerra de ciudades, que básicamente es lo que simula en el primer vídeo, y además una guerra de convoyes y una guerra de minas en los alrededores del estrecho de Ormuz.