El 25 de marzo, el consejero de seguridad nacional, Andriy Paruby, decía que los rusos estaban planeando la Operación Primavera Rusa (ver párrafo número 13 de la noticia), en el que agentes rusos tratarían de crear violencia y desorden, y tomar varios edificios gubernamentales, para entonces pedir la protección e intervención rusa.
Es justo lo que hemos visto hoy lunes con la toma de varios edificios en Donetsk, Luhansk y Jarkov. Lo más grave de los sucesos de hoy es que en Donetsk se ha proclamado la independencia y se convoca un referéndum para adherirse a Rusia no antes del 11 de mayo (las elecciones presidenciales ucranianas son el 25 de mayo). El presidente ucraniano (Turchynov) comienza una operación antiterrorista (lo que es de suponer que implicaría el empleo de fuerza letal) contra los insurrectos, que han tomado 1500 armas de fuego durante los últimos días. El ministro de Exteriores en el Gobierno interino de Ucrania, Andréi Deshitsa, advirtió hoy de que la respuesta de Kiev a una posible escalada de tensión en el este del país será mucho más contundente que en el caso de Crimea. Por su parte, para amedentrar al gobierno ucraniano, el diputado ruso Viacheslav Níkonov recordó que “si el Gobierno de Kiev usara tropas o unidades antidisturbios, eso provocaría aún mayor explosión (del descontento popular) y una injerencia. Nadie ha cancelado la autorización para utilizar las fuerzas armadas, la que el Consejo de la Federación (Senado) dio al presidente Putin”, señaló. El diputado recordó al mismo tiempo declaraciones de personalidades oficiales de que Rusia no planea usar la fuerza en Ucrania, a no ser que comience un derramamiento de sangre". En resumen, con los acontecimientos de hoy, el escenario para primavera rusa queda ya establecido. Si Donetsk declara la independencia y se une a Rusia se ha cumplido uno de los objetivos de esa operación, y si Kiev trata de impedir tal cosa tendrá que usar la violencia, dando a los rusos la excusa perfecta para invadir Ucrania.
No puede decirse que no haya habido avisos sobre lo que estaba ocurriendo. En este blog sin ir más lejos se ha tratado el tema y lo serio que eran las amenazas de Moscú hacia Ucrania. Siguiendo la retahíla de informaciones de estas semanas, nos adheríamos a la estimación hecha en Foreign Policy (por Pavel Felgenhauer) de que una invasión o intervención rusa probablemente tendría lugar entre el 1 de abril (cuando los reclutas rusos comienzan a completar las unidades militares rusas, que en su mayoría no están en operatividad total) y el 25 de mayo (fecha de las elecciones presidenciales ucranianas). La inteligencia americana decía que había una elevada probabilidad de que Rusia invadiera el Este de Ucrania, y el propio SACEUR alertaba de la concentración de tropas rusas.
Hace solamente dos días el presidente del Comité del Inteligencia del Senado de EEUU, Mike Rogers, advertía que Putin probablemente intentaría crear un corredor entre Transnistria y Crimea, y que podría no parar ahí, ya que demás podría estar pensando en hacer lo mismo en Armenia y Georgia. De ser cierto ese extremo que sostiene una persona tan bien informada como debe ser Mike Rogers, ello iría completamente en consonancia con la Doctrina Karaganov (del año 1992) y la Doctrina Medvedev (de septiembre 2008 y que es prácticamente un calco de la Karaganov). Los cincos puntos de la Doctrina Medvedev básicamente dicen que Rusia tiene una esfera de influencia en donde mantie relaciones especiales con los países que la integran, que no acepta la expansión americana (y la unipolaridad), y que defenderá (mediante injerencias, invasiones, etc) tales intereses y a los rusos étnicos que residan en los países de ese su extranjero cercano (lo que podría incluir a las repúblicas bálticas). La continuidad (prácticamente identidad) entre ambas doctrinas no debe resultar extraño, reflejan la mentalidad de muchos rusos en política exterior. En el excelente y soberbio libro de Walter Laqueur de 1993 "La Centuria Negra" (de las que extraigo las cuatro imágenes de abajo) sobre el nacionalismo ruso se hace un análisis excelente de dicha forma de pensar antes de que Karaganov cobrara protagonismo. Hay que deducir, que las dos doctrinas citadas no hacen sino reflejar la forma de pensar rusa (de una parte mayoritaria no occidentalizada), y que en lo esencial se corresponde con tres de los cinco tipos ideales (los tres de abajo) de mentalidad rusa para la política exterior que se resumen en el cuadro que encabeza la entrada y he extraído del estupendo libro Russia´s Foreign Policy: Change and Continuity in National Identity. Teniendo en cuenta esa mentalidad y lo que ha ocurrido en Ucrania desde finales de febrero hasta hoy, hay que entender que en el Kremlin probablemente se hayan vivido esos acontecimientos como una especie de Pearl Harbour contra su esfera de influencia y su posición en el mundo. Rusia tiene una especie de designio imperial incompatible con la expansión de la UE y la OTAN. Ese designio es algo que va más allá del dinero y las uniones aduaneras, son cuestiones de existencialismo político que no pueden cuantificarse. La cuestión ahora es dilucidar hasta dónde llegan exactamente las fronteras de dicho designio, si sólo alcanzan el mínimo de la esfera de influencia que incluiría a las república exsoviéticas menos las bálticas, o si también abarca anexiones territoriales como las que decía Rogers, agresiones indierectas o directas a los países bálticos (tal y como advertía el ministro de defensa estonio), y si incluye además en su esfera de influencia futura (de alguna manera) a Suecia, Finlandia, Polonia, etc. La especie de Pearl Harbour político que ocurrió en Kiev el 21 y el 22 de febrero (cuando los acuerdos del viernes por la mañana garantizados por ministrios de exteriores occidentales fueron violados flagrantemente), podría hacer reaccionar a Rusia de forma mucho más expansiva de lo que ha sido desde 1991. De ser ciertas las especulaciones de Rogers sobre los planes rusos, podríamos estar en la antesala de una serie de guerras para reconfigurar las fronteras rusas y su esfera de influencia.
Además de las intenciones rusas que pueden deducire de la mentalidad nacionalista rusa y las fechas que daba Felgenhauer (del 1 de abril al 25 de mayo), he observado la lista de señales a seguir que recomendaba Johan Norberg en este artículo (para comprobar si se estaba preparando la Operación Primavera Rusa). 1) El número de fuerzas concentradas en la frontera con Ucrania, así como su tipo (aquí tenemos como signos a favor de una invasiós las estimaciones que hacía la OTAN, la presencia de la 4º División de Tanques de la Guardia, de aviones SU-25, y de otras unidades mecanizadas); 2) que las fuerzas especiales (como las GRU, tropas de montaña, etc) que hicieron acto de presencia en Crimea se sustituyan por infantería y esas fuerzas especiales aparezcan desplegadas cerca de la frontera ucrania (aquí también ha podido detectarse el reemplazo de fuerzas especiales por infantería, carros de combate y artillería y apareciendo esas fuerzas especiales luego en Tranistria con el propósito encubierto de avanzar hasta Odessa); 3) la movilización de reservistas al estar muchas unidades rusas en transición al nuevo modelo militar y estando aún disañadas para grandes guerras con movilización general quedando la mayoría del tiempo en cuadros o muy reducidas de efectivos (la movilización comenzó el 1 de abril); 4) la presencia de depósitos logísticos, hospitales de campaña, líneas de comunicaciones, etc (algo de lo que precisamente alertaba la OTAN de la fuerza concentrada junto a la frontera). Por lo tanto, las señales militares han sido bastante abundantes (aunque naturalmente ello podría corresponder a medidas de presión y no preparativos para una invasión).
También han habido fuertes indicios, además de los militares, de que la Operación Primavera Rusa estaba en curso. En especial en la parte de desestabilizar y sublevar las regiones fronterizas, para provocar una invasión o intervención rusa. Además de las advertencias de Paruby o Yatseniuk, tenemos que, por ejemplo, el 31 de marzo la contrainteligencia ucraniana desarticulaba un complot para tomar por la fuerza varios edificios gubernamentales en la misma Kiev, y el 5 de abril hacía lo mismo con un grupo de 15 personas que se habían hecho con un arsenal de 300 armas automáticas.
Por último, tenemos el argumento lógico y definitivo de que si Rusia fue a la guerra con Georgia para salvaguardar su esfera de influencia, con un país mucho más importante que es Ucrania también sería necesario, ya que: 1) si en Kiev no dan su brazo a torcer y aceptan de alguna manera (y pacíficamente) las exigencias rusas no demasiado duras del documento del Grupo de Apoyo, 2) Putin tendría sencillamente que amedrentarles mediante alguna amenaza grave (de invasión, desintegración), si eso no funciona tendría que 3) invadir el país para obligarles a aceptar tal documento (o alguno que se le parezca) o quedarse con la mayoría del territorio importante (la parte "rusa" hasta Odessa y a la vez forzar un cambio de gobierno en Kiev, porque de lo contrario 4) Rusia perdería a Ucrania de su esfera de influencia... y quizás toda su credibilidad en el resto de su esfera, iniciándose alguna clase de efecto dominó.
De producirse la invasión hay que preguntarse sobre los objetivos militares y políticos de la misma. En lo militar parece que lo que más ha calado en la opinión general es que Rusia haría una serie de conquistas territoriales desde su frontera con el Este ucraniano hasta Trasnistia (incluyendo Odessa). Para ello la invasión debería ser convergente desde la frontera entre Rusia y Ucrania en el Este, desde Crimea en dirección norte y oeste (con los carros de combate, artillería e infantería que se han ido concentrando estas semanas) y también asaltos de fuerzas especiales en puntos clave (cruces de carretera, túneles, puentes, puertos, centrales eléctricas, de Odessa. Mark Galeotti (experto en temas militares rusos) hace una semana modelaba muy bien cómo sería una invasión de Ucrania por parte de Ruisa (aunque el 4 de abril él creía que la invasión no era inminente), Hace tres días, en este excelente papel del RUSI (de donde extraigo el mapa de arriba) se hacía un magnífico análisis militar sobre la crisis ucraniana, con sus ORBAT y los posibles escenarios militares. El nivel de operatividad de las unidades desplegadas, listas para el combate y no en maniobras, hace pensar que la invasión (de producirse) podría ser cuestión de días o pocas semanas. Recordemos que el mando de la OTAN en Europa ha dicho que Rusia podría alcanzar sus objetivos en 3 o 5 días.
Si la invasión finalmente se produjese, el ministro de exteriores francés advirtió el 17 de marzo que está a favor de mandar tropas a Ucrania (¿e ir a la guerra contra Rusia?), hoy el presidente checo también ha dicho lo mismo, y mientras tanto los polacos que concentran tropas en su frontera con Ucrania (Q-According to some evidence, the quantity of troops concentrated in Poland close to the Ukrainian border is growing. Some experts express concern that Ukraine might repeat the fate of Poland in 1939, when it was divided by Nazi Germany and the USSR), podrían verse tentados a intervenir para hacer arrastrar a Francia y a algunos países más a una guerra.
Recordemos mi análisis del 30 de marzo. Hay una serie limitada de resultados en esta crisis: 1) que EEUU acepte la vuelta de Ucrania a la esfera de influencia rusa obligando al liderazgo ucraniano aceptar todas o las mayorias de las exigencias del documento del grupo de apoyo, 2) que Rusia se resigne a perder Ucrania (dejando de ser una gran potencia regional europea), 3) que Rusia no pueda imponer sus objetivos pacíficamente y tenga que invadir Ucrania (con éxito), 4) que la invasión se estanque y/o intervengan algunas potencias de la OTAN produciéndose una situación explosiva e imprevisible.
En conclusión, aunque cualquier tipo de intento de predicción política es sumamente arriesgado, parece que las señales indican que la Operación Primavera Rusa se ha puesto en marcha, y que en Kiev el gobierno da su brazo a torcer o Ucrania tendrá que hacer frente a graves consecuencias. Además (según Rogers, las repúblicas bálticas, etc) las intenciones "expansionistas" de Putin no se limiten a Ucrania sino que podríamos estar en los prolegómenos de una serie de varias guerras en Europa.
http://www.voltairenet.org/article182912.html
ResponderEliminarLo que pone en ese artículo es en gran medida inaceptable para cualquier país soberano. ¿De que le va a venir otro país a decir si tiene o no que tener una estructura federal?
Pero la pregunta vuelve a ser. Caso de ataque ruso ¿ocuparían toda Ucrania o solo las zonas rusofilas? Porque lo primero es totalmente inaceptable, pero lo segundo visto el caso de Crimea podría salirles bien. Por otra parte una división pesado norteamericana con un gran porcentaje de sus soldados veteranos de Iraq o Afganistán no es una tontería...........
Supongo que desde una perspectiva de país soberano no es aceptable, pero la política internacional y las grandes potencias muchas veces no lo son. Dentro de cualquier soberanía limitada laa exigencias a Ucrania, en mi opinión, son bastante llevaderas.
EliminarLa verdad que el alcance de la ofensiva, de producirse, es muy difícil de preveer. Algunos dicen que solo conquistarían algunas pocas regiones y otros que harían un corredor hasta tradnistria. También se habla de una solución tipo bosnia con Moscú controlando el Este y supervisando lo que pasa en el oeste. Aunque lo ideal para los rusos es controlar más o menos lo que pase en kiev sin pegar un tiro. La semana que viene hay otra reunión de ministros de exteriores de eeuu rusia eu y Ucrania. Igual ahí los rusos se salen con la suya.