La guerra de Yemen amenaza con fracturar el gobierno de Líbano, país con un caldo de cultivo parecido al de algunos otros para terminar saltando en pedazos (otra vez).
Por ahora sólo es una lucha de declaraciones (comenzadas por Nasralah) que sacan a relucir tensiones que, a medida que la guerra vaya avanzando, se harán más agrias. Esta guerra sólo acaba de empezar, pero de durar "demasiado" amenaza con fracturar todo Oriente Medio. La matanza que está por venir en Yemen (en caso que Houtis y Saleh no acepten las condiciones y se sienten a negociar) causará un escándalo enorme en la región. No sólo será la sangre y vísceras esparcidas, los cuerpos retorcidos y hechos jirones entre moscas y hedor... , sino que Yemen es el punto estratégico de la región, mucho más importante que Siria, Irak y Líbano juntos, algo que sabe todo el mundo.
Yemen es el vértice de una pirámide invertida, está justo en medio de las principales rutas marítimas del mundo, y por lazos históricos y de sangre tiene una influencia definitiva en Arabia Saudí, pudiendo socavar su seguridad interna y externa. La casa de Saud no podía permitir que Irán formara un Hezbollah o un Hamas (ahora del lado de los saudíes) gigante, con aviación, misiles balísticos (300 Scuds), una población más grande que la saudita (24 millones), con muchos más misiles y cohetes suministrados por Irán que Hezbollah y Hamas unidos, pudiendo cortar el canal de Suez, atacar su industria petrolera o bloquearla, etc.
Las ganancias o pérdidas estratégicas por el control de Yemen son totales. Si ganan los socios de Irán controlarán la región y a los árabes. Si gana Arabia Saudí, Egipto y la nueva fuerza militar panárabe creada ayer, Irán y sus socios sabrán que tienen los días contados: la coalición árabe después de Yemen, intervendría en Siria o Irak para decantar en su favor los equilibrios de poder locales.
En esta guerra se va a empezar a decidir todo y todo será lo que se apueste para ganar: por ello Arabia Saudí dice que moviliza 150.000 soldados de los 175.000 que tiene (guarda un mínimo para seguridad interna) y pide ayuda de forma desesperada para emplear más recursos militares todavía. Todo o nada, todos lo saben, hay tanto en "juego" que como esta guerra se enquiste un poco, un gran terremoto y fractura lo dividirá y enfrentará en colisión todo.
Hay otra opción. Que la guerra se empantane y se convierta en un empate técnico. ¿Tan poca población tiene Arabia Saudita? Allí la natalidad está muy fomentada y hace años leí que para estas fechas calculaban que la población llegara a los 40 millones.
ResponderEliminar"...sino que Yemen es el punto estratégico de la región, mucho más importante que Siria, Irak y Líbano juntos, algo que sabe todo el mundo..."
ResponderEliminarBuf, esta frase me parece un poco aventurada. El peso estratégico depende de muchas cosas, y en el caso que has expuesto, se lo lleva Irak de calle, que además es un país con una importancia política y simbólica que no tiene Yemen (cuya importancia no desborda su entorno cercano)
Aparte que para medir esas cosas habría que introducir el parámetro energético, el cual es despreciable en Yemen al lado de lo sgigantes regionales (del cual Irak es uno de ellos)
Se podría añadir el hidráulico, y que podemos añadir de la tierra de los 2 ríos...
"...Las ganancias o pérdidas estratégicas por el control de Yemen son totales. Si ganan los socios de Irán controlarán la región y a los árabes. Si gana Arabia Saudí, Egipto y la nueva fuerza militar panárabe creada ayer, Irán y sus socios sabrán que tienen los días contados: la coalición árabe después de Yemen, intervendría en Siria o Irak para decantar en su favor los equilibrios de poder locales."
esto no es por haber pasado 2 años de este articulo, pero no se pueden tener juicios tan maximalistas. Hay más variables, y una muy importante es la postura de las grandes potencias ajenas a la región, y como negocian los equilibrios para evitar victorias/derrrotas totales y salvar la cara de alguna manera