Petraeus no se atreve a hacer una estimación sobre el número de enemigos a los que se enfrenta, dice que muchos insurgentes no son insurgentes, sino gente con necesidades económicas y que cooperan con la insurgencia a cambio de dinero para sobrevivir. Esto es sumamente grave, como dice Clausewitz, las tres preguntas elementales que han de responderse antes de iniciar un plan estratético son: el número de enemigos, sus características (armamento, destrezas, etc), y su posición geográfica.
La Niebla de la guerra jamás desaparecerá, y los Sistemas de Combate Futuro, además de las majaderías aún más grandes de las Guerras Basadas en Redes, Las Dominaciones Rápidas, o las Operaciones Basadas en Efectos, nos lo han demostrado por la vía de la Falsación Científica (errores en la explicación que no pueden enmendarse sin destruir la hipótesis o la teoría).
La falta de intelectualidad, y de la más mínima cultura en Ciencias Sociales y Epistemología, de una gran parte de los estudios y análisis de Defensa de los años 90 y priméra década del 2000, chirríaba, y chirría, en el cerebro de cualquier alma mínimamente sensible. Las inconsistencias y banalidades teóricas de los Eric Shinseki, Arthur Cebrowki, David Deptula o Harlam Ullman son ya hoy indiscutibles.
Pero desde hace algún tiempo las cosas han cambiado, por lo menos un poco. En la Military Review de Marzo y Abril de 2010, 4 de las 12 firmas de los artículos publicados, son Doctores en Filosofía.
Estimado Madison:
ResponderEliminarRuego me escribas a direccion@revistaejercitos.com y me des una dirección de correo electrónico válida para poder intercambiar ideas.
Gracias por este blog.
Atentamente,
Christian D. Villanueva López
Ya le he enviado el correo. Sus ideas y opiniones seguro serán estimulantes.
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