sábado, 9 de octubre de 2010

Bala Murghab, el avispero talibán de las tropas españolas.











Arriba pueden verse tres vídeos (al final del post hay otros dos vídeos) sobre Balamurgab, uno de los bastiones más importantes del talibán en todo Afganistán. Balamurgab es un distrito que está dentro de la provincia de Badghis, provincia bajo responsabilidad española.

El primero es un combate, muy bien grabado, que libraron los italianos en septiembre de 2009 en Bala Murghab, con apoyo de artillería (morteros de 120 milímetros), helicópteros de ataque Mangusta, etc. El segundo es un combate librado desde el castillo de Balamurgab contra los talibanes (situados en las inmediaciones) hecho por Mónica Bernabé y subido en junio de 2009, muy interesante. El tercero es obra de David Beriain, en la que habla sobre la situación de la provincia de Badghis (y el distrito de Bala Murghab) a mediados de 2008. El vídeo forma parte del ya conocido y aclamado reportaje "Perdiendo Afganistán" que hizo para ADN.

Los dos vídeos del final de este post, son de una edición que hice de los reportajes de Ross Kemp sobre un batallón de tropas británicas en la provincia de Helmand, de una serie de cuatro documentales y que pusieron en el canal Dicovery hace algún tiempo; una estupenda serie. Aunque no tiene que ver con Balamurgab, es de bastante interés para ver la dinámica de las operaciones militares en Afganistán.

La provincia de Badghis es el eje central de las operaciones talibanas en el noroeste.

El distrito de Balamurghab sirve a los talibán como centro de actividad principal en el noroeste afgano. Los comandantes talibanes en Badghis han reclamado tener 74 bases diseminadas solamente en el distrito de Balamurghab. Este distrito y el vecino de Ghormach están considerados como bajo el dominio del Talibán. Los Estados Unidos, España y las fuerzas afganas están ahora presentes en Balamurghab con su FOB Columbus (Base de Operaciones Avanzada Columbus).

Balamurghab es una zona de gran producción de adormidera (opio) y es de población mayoritariamente pastún (que son el 40% de la población en la provincia de Badghis). La población pastún se concentra en los distritos del norte, como Balamurghab. Los tayikos representan el 56% de la población de la provincia.

Como indicaba Abdul Ghani Sabri, vicegobernador de Badghis, al exelente David Beriain por el año 2008, "la zona más peligrosa es Bala Murgab. Tiene mucha población. La mayoría de la gente coopera con los talibanes allí. Sus hijos son talibanes, muchos talibanes nacieron allí." También informaba Monzi Ramadán Zur Jabi, miebro del consejo (shura) de Badghis, "todo el mundo en Bala Murgab y en Gormach tiene un arma en su casa. Cuando hay un ataque, todos se convierten en talibanes y apoyan el ataque al gobierno aunque no estén organizados militarmente." Mucha de la población local apoyó el retorno del talibán, porque terminaron con el bandidaje y trajeron seguridad, además de mediar en las disputas.

Badghis es crítico en el frente norte talibán.
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El talibán está tratando de mantener aislada (bajo su control) la provincia y de mantener una alta inestabilidad, para que la parte norte de la carretera de circunvalación no se pueda terminar de pavimentar. El talibán quiere usar sus santuarios en Badghis, para lanzar desde ellos ataques contra la vecina provincia de Faryab e incluso Mazar-i-Sharif."
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La coalición y las fuerzas afganas han estado atacando a los talibanes durante años. En febrero de 2009, Mullah Dastagir, el gobernador en la sombra de Badghis, fue asesinado en un ataque aéreo junto a varios combatientes. La coalición y las fuerzas afganas han combatido al talibán durante el año 2008 y comienzos de 2009, pero no han sido capaces de desalojarlos de sus bastiones en estos dos distritos.

"Por este distrito (Balamurgabh) pasan las dos únicas carreteras de Afganistán que conectan con la república soviética de Turkmenistán". Así, pues, es una zona clave.

Una filial de Al Qaeda opera también en Badghis.

El Partido Islámico de Turkistán, vinculado a Al Qaeda, dirigido por Abdul Haq al Turkistani, y que pretende establecer un estado islámico en la región, es también conocido por operar en la provincia de Badghis. En enero de 2010, un ataque aéreo en el pueblo de Khatawaran en Balamurghab mató a 13 igures y a dos turcos miembros del Partido Islámico del Turkestán.

La tarea de las tropas españolas avanzando hacia Bala Murghab

Es en este contexto donde debemos encuadrar los esfuerzos de las tropas españolas en Badghis (que es donde está radicado el contingente español), y que bien relata este artículo del ABC.

Durante su visita oficial a Badghis hace unas semanas, el general americano David Petraeus dejó muy claras sus órdenes: hay que acelerar las obras de la Ring Road (la carretera circular que une las principales ciudades del país) para llegar a Bala Murghab, el auténtico bastión talibán al noroeste de Afganistán. El contingente español va ganando protagonismo en la misión de ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganistán) desde que se produjo el aumento de efectivos el año pasado, y está manos a la obra para cumplir las órdenes de Petraeus. Ese protagonismo se plasma sobre el terreno con «el movimiento a vanguardia» llevado a cabo con el traslado de la FOB de combate de Sang Atesh a «una zona cada vez más dentro de la zona insurgente», el trabajo combinado con americanos en otra FOB de la provincia y el aumento de los efectivos destinados a la formación de las fuerzas locales, la clave del futuro de la misión según los estrategas actuales de la misión.

España avanza por dos rutas diferentes hacia el objetivo final marcado por el general Petraeus, que es el valle del Murghab. 1) Por un lado, una compañía de la Bandera de maniobra y la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID) van de la mano en este ascenso al norte a través de la ruta Lithium, de la que faltan por ejecutar sesenta kilómetros, aunque ya hay dos empresas contratadas para iniciar las obras.

La falta de seguridad paraliza el trabajo y se espera que la construcción de la nueva base avanzada próxima a la localidad de Ludina, que sustituirá a la Bernardo de Gálvez de Sang Atesh, permita generar una «burbuja de seguridad», según terminología ISAF, que favorezca el inicio de las labores. Cada paso adelante supone «adentrarse más en terreno insurgente, pero es la única manera de irradiar seguridad y favorecer la libertad de movimientos», argumentan los mandos españoles.

La «Ring Road»

Además de la Lithium, 2) España colabora activamente con las fuerzas americanas con otra compañía desplegada en la FOB de Ricketts en Muqur, punto clave para dar comienzo a las obras de la Ring Road (carretera de circunvalación nacional entre las principales ciudades afganas). Se trata de un proyecto multimillonario que sobrepasa las posibilidades de AECID y que está en manos del cuerpo de ingenieros del Ejército estadounidense. En las dos rutas unidades del Ejército Nacional Afgano están presentes en cada operación ya que todos los movimientos deben ser combinados, según marca la nueva estrategia que busca dotar de «una cara afgana» al proceso.

La cooperación española está rehabilitando las calles del bazar y construyendo un instituto de bachillerato, aunque está sufriendo problemas para encontrar contratistas dispuestos a trabajar en la zona. Es la primera vez desde el inicio de la misión afgana que fuerzas españolas se establecen de forma permanente en este Bala Murghab.

El enemigo al que se enfrenta España en esta progresiva ascensión al norte de Badghis «domina el terreno, es profundamente belicoso y no tiene miedo», en palabras del teniente coronel Juan José Castellanos, jefe del batallón de maniobra. Responsables de inteligencia matizan que «se trata de una insurgencia poco ideológica, que se mueve más por motivos económicos».

La Antropología Política Pastún.

Recordemos lo que transcribía en el blog hace sólo unos días, respecto al modo en que funciona la antropología política de Afganistán.

(...) ---Tanto en Vietnam como en Afganistán, estos límites provinciales eran líneas administrativas artificiales que no correspondían, ni corresponden hoy en día, a ninguna realidad política en el terreno. (...) La identidad pashtu (pastún) tiene sus raíces en un nivel de organización social inferior, en el woleswali (distrito) y el alaqadari (subdistrito). Por lo tanto, los pashtus rurales no tienen ningún interés político perceptible en esta piedra angular de iniciativas militares y políticas internacionales en Afganistán.

Una creencia habitual entre los escritores sobre la guerra de Afganistán, es que las áreas tribales pashtus es que son “zonas sin gobierno”. Eso no es correcto. Las áreas tribales de Afganistán son altamente gobernadas: son gobernadas, como lo han sido por un milenio, por la ley tribal. Esta resuelve 95% de todas las disputas por medio del mecanismo de jirga, o consejo. el mulá el cual es una parte integral de un jirga, un asesor espiritual que asegura que el resultado concuerde con los dictámenes del Islam, pero los ancianos encabezan el proceso. La sociedad rural afgana es un triángulo de poder conformado por los ancianos, los mullas y el gobierno. Históricamente, el gobierno es un segmento microscópico.

Siempre que un gobierno central secular intentó hacerlo (tal y como se promueve ahora con el Proceso de Bonn), como lo hizo el Rey Amanullah en la década de los 20 y los comunistas en la década de los 80, ha resultado en una revolución rural conservadora y violenta dirigida por los mullas y definido en términos de la yihad que derrocó al gobierno. “Ampliar el alcance del gobierno central” es exactamente la estrategia equivocada en Afganistán.

A diferencia de Irak, no hay jeques tribales. Los jirga son círculos igualitarios de ancianos en los cuales todos los hombres son iguales.---

Quizás debamos pensar que la estrategia de ir ganando terreno, para luego darle la responsabilidad al gobierno afgano, sea una mala estrategia, ya que no estaríamos ganando el conflicto interno afgano, que se superpone al conflicto internacional que plantéan los movimientos islamistas terroristas internacionales. Lo que podríamos estar provocando sería el agrabar y agriar la dicotomía entre la población local y el gobierno central.

Si esto fuera así, Afganistán tiene una clásica guerra de proceso de modernización, en el que los gobiernos centrales se enfrentaban segmentos perifericos de los territorios que querían controlar. En España a eso lo llamamos Guerras Carlistas. La diferencia es que el gobierno central contaba con mucha más base social para imponerse a las periferias en España (además de ayuda de Inglaterra y Francia), pero en Afganistán, la población mayoritaria (pastún) es la que da la mayoría de los problemas. Dicha población se encuentra dividida casi por la mitad entre Afganistán y Pakistán, por una frontera artificial que separa ambos países trazada en la época del Gran Juego. La falta de garantías fronterizas a Pakistán, y su irredentismo con el tema de Cachemira, se encuetra en la base de las contínuas injerencias del gobierno de Islamabad en esta guerra.

Recordemos que fueron los servicios secretos pakistaníes los que crearon los talibán allá por el año 1996, para conseguir lo que ellos llamaban "profundidad estratégica" (ver libro de Ahmed Rashid "Los Talibán"). Dicha profundidad era la de evitar que India u otra potencia, distrayera recursos de Pakistán desde Cachemira para guarnecer los conflictos fronterizos, étnicos y tribales que le suponen sus fronteras y geografía humana con Afganistán. Pakistán es una nación asediada, probablemente ello es lo que esté tras su conducta en la actual guerra.






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