Probablemente cientos de miembros de los Consejos del Despertar Iraquí (grupos árabes sunitas que se revolvieron contra el dominio de Al Qaeda en 2006 para aliarse con EE.UU., y que junto al Surge de Petraeus terminaron con la Guerra Civil Iraquí), se están pasando a las filas de Al Qaeda en Mesopotamia.
Informa The New York Times. Las defecciones están ocurriendo por la frustación reinante con el gobierno chiíta de Maliki.
Durante los últimos cuatro meses, la atmósfera ha estado cargándose entre los miembros del Despertar que se encuetran en una situación esquizoide entre las fuerzas de seguridad iraquíes, que han arrestado cientos de antiguos y actuales miembros del Despertar acusándolos de terrorismo, y por las brutales técnicas de reclutamiento que emplea Al Qaeda.
A los miembros del Despertar que no asesina Al Qaeda, esta les ofrece entregas de dinero superiores a los 300 dólares mensuales que les paga el gobierno, y además les dicen que estarán a salvo de ataques.
El gobierno, que aunque dice que trata de integrar a los miembros de Despertar en la sociedad iraquí, en verdad trata de debilitarlos confiscando sus armas bajo la escusa de que carecen de permisos adecuados, o disminuyendo la paga a los líderes del Despertar.
En Julio, a algo menos de la mitad de los miembros del Despertar (41.000 de 94.000) les fueron hechas ofertas de trabajo por el gobierno. Pero muchos de los empleos eran temporales y de baja categoría. El gobierno sólo ha mantenido a 9.000 miembros de Despertar en las fuerzas de seguridad, bajo la escusa de las restricciones presupuestarias.
Líderes del Despertar, que no están entre los miembros que hacen defección, dicen que no se sorprenden de las mismas, que ellos están avisando de la marginalización que están sufriendo por la actitud del gobierno y por el abandono del país que están realizando los militares americanos.
Un hombre que se identificaba así mismo como miembro de Al Qaeda en Mesopotamia, dijo recientemente que el reclutamiento de miembros desafectos del Despertar está siendo un éxito en Baquba, la capital de Diyala.
Desde que Maliki llegó a un acuerdo con la Alianza Nacional Iraquí (del que forma parte Muqtada al-Sadr), tras los siete meses de punto muerto que siguieron a las elecciones del 7 de marzo de 2010, se han sucedido los temores de que ello represente una victoria de Irán al penetrar en el gobierno iraquí, y que esos miembros chiítas radicales del ANI se hicieran cargo de los ministerios de fuerza, dejando inerme a la minoría árabe-suní y desestabilizando Oriente Próximo (apoyos a Hezbolá, Hamás, Yihad Islámica, Siria, insurgentes en Yemen, etc)
Las acusaciones en ese sentido de Iyad Allawi son contínuas y muy directas. Allawi amenaza con boycotear dicho gobierno si no se da cabida a su formación (al-Iraqiyya o Movimiento Nacional Iraquí, lista más votada en las elecciones), reivindicando que la situación en Irak es similar a la de Líbano, donde todos los segmentos sociales tienen alguna clase de representación para evitar tiranías de la mayoría (pactos muy corrientes en democracias pluriculturales, como tradicionalmente ha ocurrido en Holanda).
Informa The New York Times. Las defecciones están ocurriendo por la frustación reinante con el gobierno chiíta de Maliki.
Durante los últimos cuatro meses, la atmósfera ha estado cargándose entre los miembros del Despertar que se encuetran en una situación esquizoide entre las fuerzas de seguridad iraquíes, que han arrestado cientos de antiguos y actuales miembros del Despertar acusándolos de terrorismo, y por las brutales técnicas de reclutamiento que emplea Al Qaeda.
A los miembros del Despertar que no asesina Al Qaeda, esta les ofrece entregas de dinero superiores a los 300 dólares mensuales que les paga el gobierno, y además les dicen que estarán a salvo de ataques.
El gobierno, que aunque dice que trata de integrar a los miembros de Despertar en la sociedad iraquí, en verdad trata de debilitarlos confiscando sus armas bajo la escusa de que carecen de permisos adecuados, o disminuyendo la paga a los líderes del Despertar.
En Julio, a algo menos de la mitad de los miembros del Despertar (41.000 de 94.000) les fueron hechas ofertas de trabajo por el gobierno. Pero muchos de los empleos eran temporales y de baja categoría. El gobierno sólo ha mantenido a 9.000 miembros de Despertar en las fuerzas de seguridad, bajo la escusa de las restricciones presupuestarias.
Líderes del Despertar, que no están entre los miembros que hacen defección, dicen que no se sorprenden de las mismas, que ellos están avisando de la marginalización que están sufriendo por la actitud del gobierno y por el abandono del país que están realizando los militares americanos.
Un hombre que se identificaba así mismo como miembro de Al Qaeda en Mesopotamia, dijo recientemente que el reclutamiento de miembros desafectos del Despertar está siendo un éxito en Baquba, la capital de Diyala.
Desde que Maliki llegó a un acuerdo con la Alianza Nacional Iraquí (del que forma parte Muqtada al-Sadr), tras los siete meses de punto muerto que siguieron a las elecciones del 7 de marzo de 2010, se han sucedido los temores de que ello represente una victoria de Irán al penetrar en el gobierno iraquí, y que esos miembros chiítas radicales del ANI se hicieran cargo de los ministerios de fuerza, dejando inerme a la minoría árabe-suní y desestabilizando Oriente Próximo (apoyos a Hezbolá, Hamás, Yihad Islámica, Siria, insurgentes en Yemen, etc)
Las acusaciones en ese sentido de Iyad Allawi son contínuas y muy directas. Allawi amenaza con boycotear dicho gobierno si no se da cabida a su formación (al-Iraqiyya o Movimiento Nacional Iraquí, lista más votada en las elecciones), reivindicando que la situación en Irak es similar a la de Líbano, donde todos los segmentos sociales tienen alguna clase de representación para evitar tiranías de la mayoría (pactos muy corrientes en democracias pluriculturales, como tradicionalmente ha ocurrido en Holanda).
Para romper la marginación política actual que tanto está enrareciendo la situación política, Al-Iraqiyya está dispuesto a ceder en el asunto de exigir el cargo de Primer Ministro, y estarían dispuestos a aceptar a Maliki en ese cargo, siempre que tuvieran un peso equitativo en el gobierno. "No nos importa que Al Maliki sea el Primer Ministro, pero debemos tener un lugar en el proceso de toma de decisiones", dijo Al Danbous, un chíita próximo a jefe de Iraqiya, Ayad Allawi.
-
También en este contexto de temores sunitas por la influencia iraní en Iraq y resto de Próximo Oriente, tenemos que Irán envía a otro alto mando terrorista a Iraq.
Se trata de Abu Mustafa al Sheibani, comandante de la notoria Red Sheibani, y que vuelve a Iraq para reoganizar sus fuerzas, aprovechando la retirada de las tropas americanas. Desde 2008 Sheibani estaba refugiado en Irán tras las ofensivas que lanzaros las fuerzas americanas y del gobierno iraquí contra las redes iraníes basadas en el centro y sur de iraq.
La Red Sheibani forma parte de la Fuerza Ramazan, mando territorial en Iraq de la Fuerza Qods, que forman parte de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Los iraníes también habrían enviado a Ismail Hafiz al Lami, también conocido como Abu Dura, al que se le apoda el "Zarqawi Chiíta" por su brutalidad. Abu Dura es comandante de la notoria Asaib al Haq, un grupo escindido del Ejército del Mahdi y que también es apoyado por la Fuerza Qods.
El retorno de esos dos operativos señala que Irán está preparando incrementar la presión ante la disminución de fuerza americanas en Bagdad y el sur de Iraq, e ir ganando influencia en los asuntos iraquíes.
Desde verano, militares de Estados Unidos están dando señales de alarma sobre los movimientos de Irán para reiniciar la insurgencia chiíta.
Decía en general Ray Odierno que "Los iraníes continúas subvencionando, entrenando y dando armas y municiones a los grupos extremistas chiítas. Es difícil decir si esos grupos extremistas están directamente conectados con el gobierno iraní. Pero sabemos que muchos de ellos viven en Irán, que de muchos ellos reciben entrenamiento en Irán, y que muchos reciben armas de Irán."
No hay comentarios:
Publicar un comentario